Sólo la tragedia que supuso su hundimiento superó la leyenda del prodigio que representó el RMS Titanic, una creación única en su época, el objeto móvil más grande fabricado hasta aquel 1912 en el que zarpó, por primera y última vez, el transatlántico de 269 metros de largo y 22 metros de altura. Apenas cuatro días después de zarpar en su viaje inaugural desde Southampton (Inglaterra) con destino a Nueva York, el barco estrella de la compañía White Star Line acabó en las profundidades del Atlántico norte, y 1.514 personas de las 2.223 que viajaban a bordo del RMS Titanic, perecieron en el naufragio la madrugada del 14 al 15 de abril.
La historia fue inspiración para numerosas películas, todas eclipsadas por “Titanic”, el filme que debutó en los cines de Estados Unidos el 19 de diciembre de 1997, hace exactamente 20 años, y cuya leyenda es tan grande como la del transatlántico real y con el que James Cameron logró romper todos los récords de la historia del cine y pudo conseguir uno de sus grandes retos: sumergirse hasta los restos del Titanic, hallados en 1985 por el explorador Bob Ballard.
Cuando James Cameron (Ontario, 1954) se propuso rodar ‘Titanic’ presentó el proyecto como la historia de ‘Romeo y Julieta en un barco’ y, en efecto, el romance que viven Jack Dawson (Leonardo Di Caprio) y Rose DeWitt Bukater (Kate Winslet) nada tiene que envidiar a la tragedia romántica de Shakespeare, cuya versión cinematográfica había protagonizado el propio DiCaprio un año antes.
Aunque en los últimos años las superproducciones millonarias se han convertido en habituales en Hollywood, ‘Titanic’ marcó también un hito al convertirse en la película más cara del pasado siglo y alcanzar los 200 millones de dólares de presupuesto, compensados con creces con el éxito de una película que, con tres horas de metraje, se ponía a la altura de los grandes filmes del cine clásico.
El filme debutó en los cines el 19 de diciembre de 1997, hace exactamente 20 años