La compañía taiwanesa Meng Meng Da usó a jóvenes en bikini dentro de unas máquinas recreativas para para “innovar” en mercadotecnia y atraer al público.
El fin de las chicas era, desde el interior de la máquina, animar a los clientes a jugar y felicitar con quienes obtenían un premio.
La estrategia publicitaria contó con éxito, ya que miles de personas fueron a jugar y tomar fotos, además, los clips del evento tienen cientos de miles de reproducciones.
Sin embargo, dicha estrategia publicitaria causó polémica, al ser considerada como ‘machista’, sexista y ofensiva, al fomentar la objetificación de las mujeres.
Tras las críticas, la compañía pidió perdón por las molestias de la estrategia publicitaria y dejó claro que las modelos “no eran premios, sino que mostraban los premios dentro de la máquina”.