De 176 averiguaciones previas por asesinatos y desapariciones de comunicadores, así como atentados contra instalaciones de medios de comunicación, solo en 10 por ciento hay sentencia condenatoria.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en el 90 por ciento de los crímenes contra la prensa impera la impunidad.
Alertó el Ombudsman Luis Raúl González que “de no atenderse, derivarán en un naufragio social y en la desesperanza de una sociedad cada vez más cansada de que la inseguridad se apodere de su vida diaria, determine sus decisiones personales y familiares, o marque con una tragedia personal sus proyectos de vida”.
La impunidad permite que aumenten las agresiones, advirtió: en 2014, la CNDH recibió 96 quejas; en 2016, 98 y en lo que va del año, 77.
El año pasado fue el más mortal para los periodistas, con 13 asesinatos, lo que volvió a México el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo a nivel mundial.
Tan solo este año han ocurrido 10 homicidios más, según la CNDH.
“Lo que indica que la violencia contra la prensa no cesa, sino que se incrementa a grandes pasos”, dijo el Ombudsman.