Una persona común y corriente tiene cerca de 30 mil pensamientos diarios, revela un estudio hecho por expertos, quienes señalan que el 80 % de las ideas que nos llegan a la cabeza son, desafortunadamente, negativas.
El dato es preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta que la mente tiene magnetismo y ella es capaz de atraer lo bueno o lo malo.
Además, los pensamientos generan emociones, las cuales son claves a la hora de tomar decisiones, así que calcula el cúmulo de errores que solemos cometer por estar rodeado de un ambiente tan desesperanzador.
BOMBARDEAR PESIMISMO
Por ello es que cuando nos trazamos una meta, de inmediato comenzamos a bombardear pesimismo, al punto de echar por tierra nuestro propósito.
El estudio también revela que muchas veces, con esa forma negativa de pensar, lo único que hacemos es preocupamos por cosas que ni siquiera nos van a ocurrir. Es decir, eso que nos preocupa no deja de ser una absurda angustia.
En medio de ese escepticismo, caemos en un círculo vicioso que hace que nuestros pensamientos giren ‘una y otra vez’ y siempre asumimos que todo nos va a salir mal.
LEER UN LIBRO, UNA BUENA OPCIÓN
Abandonar ese remolino requiere de un esfuerzo. No va a ocurrir por casualidad. Para ello será fundamental poner una distancia cada vez mayor entre esas absurdas ideas y nosotros.
Esto implica mantener nuestra mente ocupada, distraernos en situaciones que nos alimenten mente y espíritu. El estar activo, tener varias tareas pendientes, leer un libro, hacer deporte, ir al cine o a un museo, en fin, el vivir también un rato de sano esparcimiento son métodos efectivos.
No olvidemos la frase de Buda (563 AC-486 AC) Fundador del budismo:
“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.
Imagen: imgrum.org