Ver pasar a una persona por una colonia y no conocer quién es puede ser una cuestión sencilla y que no representa mayor peligro. Empero, en los últimos días, varios pobladores del departamento de Santa Ana han tomado la decisión de denunciar en redes sociales una serie de atracos que se han cometido, los cuales tienen a una misma persona como protagonista.
Una de las víctimas (que pidió mantener en secreto su identidad), relató al portal Laprenzagrafica.com de qué forma se están produciendo estos robos. “Es un hombre que se pasea por varias colonias. En mi caso, sucedió ayer por la tarde, cuando mi abuela estaba sola en la casa”, comentó la víctima, quien reside en la colonia IVU, en Santa Ana.
“Mi abuela venía de comprar las tortillas cuando, de repente, un hombre le dijo que se había metido una culebra a la casa. En el susto, mi abuela rápidamente le pidió que le ayudar a sacarla, dejando que el hombre entrara. La estuvieron buscando bastante rato pero, el hombre comenzó a decirle que quizás se había salido pero que tuviera cuidado por las culebras podían regresar a comerse a las perritas que tenemos”, continuó.
Una de las denuncias en redes sociales.
“Cuando el hombre se fue, mi abuela seguía con el susto, por lo que ella siguió buscando por si estaba la culebra en la casa todavía y ahí fue cuando se percató que, inicialmente, había desaparecido un teléfono celular y otras cosas, justo por donde el desconocido había pasado revisando”, señaló.
En palabras de la víctima, ésta misma situación se ha repetido en varias casas de la misma colonia y de otras, como en El Palmar, siempre en Santa Ana, donde varias personas dan el mismo relato de una persona que se ofrece para ayudarles a sacar una culebra que presuntamente se ha metido a sus casas. Algunas personas reportan pérdidas menores pero, otras víctimas, señalan que han perdido joyas y dinero en efectivo.
“En mi caso, perdimos más de $100 que habíamos dejado en un mueble y varias de las joyas que yo tenía en mi habitación”, comenta otra víctima que también pidió el anonimato. “Mi casa la cuida mi hija de 12 años y, cuando este señor le dijo de la culebra, obvio que se asustó y dejó que entrara para sacarla. Andaba una mochila. Nosotros pensamos que ahí se llevaba las cosas”, agregó.
