Confirma carta supervivencia de presos fugados de Alcatraz

 

La leyenda de que nadie podía escapar de la cárcel de Alcatraz ha sido refutada por John Anglin, uno de los tres sujetos que se fugaron en 1962, pues por medio de una carta confirmó el hecho: “Mi nombre es John Anglin. Escapé de Alcatraz en junio de 1962 con mi hermano Clarence y Frank Morris. Tengo 83 años y estoy en mal estado. Tengo cáncer. ¡Sí, nosotros lo conseguimos aquella noche!”.

La cadena de televisión CBS reveló la misiva en la que el primero de los hermanos Anglin destaca la hazaña. Los dos hermanos junto con Frank Morris han sido los únicos hombres que consiguieron escapar del lugar que se consideraba infranqueable. Fue una noche de junio de 1962 cuando los tres burlando toda la seguridad huyeron del lugar sin dejar rastro, por lo que siempre se especuló que era una leyenda.

Para conseguir el escape los tres hombres agrandaron los respiraderos de sus celdas con un taladro casero, para posteriormente atravesar lo que era la puerta de entrada de su túnel, caminaron en la oscuridad de la noche por medio de cañerías hasta llegar al techo. Con unos salvavidas improvisados y muy precarios, intentaron llegar a tierra firme, algo que las autoridades descartaron que hubieran logrado.

En la carta el exfugitivo indica que Morris falleció en 2008 y que su hermano Clarence murió tan solo tres años después.

La carta fue analizada por el FBI en 2013; sin embargo, en ese entonces no se especificaron los resultados obtenidos del estudio. Arrojando luz a un misterio que ha rodeado a la antigua cárcel un año después de la fuga, en 1963, Anglin puso contra las cuerdas la leyenda que atesora Alcatraz de que nunca nadie logró huir de allí.

Dicho escape del recinto, que era considerado como una verdadera pesadilla por los internos, quedó plasmado en la gran pantalla por medio del clásico La fuga de Alcatraz de 1979, en la que Clint Eastwood encarnó a Frank Morris, un ladrón con largo historial delictivo y gran ingenio.

La isla, que se encuentra localizada en la bahía de San Francisco, recibe cada año a 1.4 millones de turistas que visitan principalmente la abandonada prisión de máxima seguridad, en la que se encontraron presos personajes como Al Capone. El lugar también es conocido por la ocupación india entre 1969 y 1971, considerada el resurgimiento del activismo de los indios americanos.

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