El tercer grupo más numeroso de las Olimpiadas de PyeongChang 2018 no representa a una nación.
No cuentan con una bandera ni un himno, pese a que todos sus integrantes poseen la misma nacionalidad.
Es el llamativo caso que se da en la edición número 23 de los juegos de invierno en suelo surcoreano, que empezó oficialmente el pasado viernes.
El confuso escenario se da a raíz de la decisión del Comité Olímpico Internacional de prohibir la participación de Rusia como país en las olimpiadas.
El detalle es que la sanción no tiende a afectar a la mayoría de sus deportistas que están presentes en PyeongChang compitiendo bajo el acrónimo OAR, que es como se identifica oficialmente en inglés al equipo Atletas Olímpicos de Rusia.
En total son 169 los atletas que durante los próximos 15 días no podrán defender los colores de su nación y lo tendrán que hacer como “neutrales”.
En masa
La numerosa delegación del equipo OAR constituye la tercera más grande en Corea del Sur, sólo superada por Estados Unidos (242) y Canadá (225).
Por debajo están Alemania (153) y los anfitriones (146).
El número de atletas rusos es considerablemente menor al que presentaron hace cuatro años cuando albergaron los juegos de Sochi, donde lideraron la tabla de medallas.
Pero desde entonces han sido despojados de 13 de esas preseas, incluyendo cuatro de oro, por casos de dopaje.
Si bien la decisión final se encuentra en suspenso a raíz de la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) de anular el castigo que pesaba sobre 28 atletas rusos.
La apelación de la sanción que les impedía estar en las olimpiadas, pero su reclamo fue desestimado horas antes de la ceremonia inaugural.
Restricciones
Los atletas que se encuentran participando en PyeongChang están identificados claramente con las letras OAR en su uniforme y en los resultados oficiales de las pruebas.
Se espera que ciertos de ellos luchen por subir a los más alto del podio, que en caso de lograrlo recibirán sus medallas en una ceremonia en la que se izará la bandera olímpica y sonará el himno olímpico.
Se espera que se contengan de cualquier forma de “publicidad, actividad y comunicación pública asociada con la bandera, el himno, emblemas o símbolos” en cualquiera de las sedes olímpicos.
Restricciones que en la práctica no deberían tener mucho impacto entres los aficionados rusos.
“Con la mente tranquila puedo decir que la bandera, el himno y todas esas cosas no son importantes si lo tienes en tu corazón y en tu cerebro“, aseguró el expartinador artístico Maxim Trankov, doble medallista de oro en Sochi.
“Somos rusos y patriotas, todos los atletas. No importa como somos llamados, sea Atletas Olímpicos de Rusia o equipo ruso. No importa porque nuestra patria es Rusia”.
Presente
Según Alex Capstick, analista deportivo de la BBC, la presencia de una cifra tan alta de atletas rusos brinda un mensaje contradictorio del COI.
Por un lado castiga al país por efectuar un programa sistemático de dopaje, precisamente en las pasadas olimpiadas de invierno, pero después deja participar a la mayoría de sus atletas.
El organismo argumenta que no es justo castigar a aquellos atletas que mantienen un récord impecable y que se han sometido a todos los requisitos exigidos para poder participar en PyeongChang.
Pero los críticos se quedan con la sensación de que Rusia se ha salido de algún modo con la suya.
De allí que cuando sea el turno de las actuaciones de la doble campeona mundial Evgenia Medvedeva y de la campeona europea Alina Zagitova en la prueba de patinaje artístico es probable que los comentaristas se vean obligados a referirse a ellas que forman parte del equipo OAR, pero el resto del mundo sabrá que se trata de Rusia. Fuente: BBC