La frontera entre Venezuela y Colombia, 2 mil 220 kilómetros de extensión, más de 40 ciudades y municipios, ocho ríos, tres puentes para cruzar legalmente, pero el terreno es poroso. Se han identificado al menos 50 rutas de cruce ilegal, otros hablan de hasta 260. Ada Márquez, ciudadana venezolana, dice: “Estamos pasando hambre”.
Colombia se ha convertido en la válvula de escape para huir de la miseria y el hambre en Venezuela. Más de la mitad de los que cruzan la frontera lo hacen para comprar alimentos que escasean en su país.
En el segundo semestre de 2017, el número de venezolanos en Colombia se disparó, pasando de 350 mil a más de medio millón.
LOS PRINCIPALES DESTINOS
Bogotá, Bucaramanga y Barranquilla son sus principales destinos. Aunque en muchos casos no logran llegar más allá de Cúcuta, conectada con Venezuela por el puente internacional Simón Bolívar.
Christian Krüger Sarmiento, director general de Migración de Colombia, indica: “Estamos hablando de que, en promedio, son 50 mil venezolanos, entre entradas y salidas. Es decir, 25 mil entrando y 25 saliendo”.
De lunes a viernes, de 5 de la mañana a 7 de la noche, la oleada de venezolanos es interminable.
CRUCES LEGALES Y CLANDESTINOS
Algunos tienen familiares en Colombia, cruzan de manera legal. Otros lo hacen para buscar artículos de primera necesidad gracias a la Tarjeta de Movilidad Fronteriza, otorgada por Bogotá a un millón y medio de venezolanos.
Muchos más lo hacen en la clandestinidad, en ocasiones han encontrado la solidaridad de sus vecinos. Su estancia en Colombia no es fácil, menos para quienes quieren seguir de largo y usar el país como puente a otros: Perú, Chile, Argentina, México, Estados Unidos.