Funcionarios federales no han ofrecido muchos detalles sobre cómo escogieron a una empresa emergente de Nebraska para erigir un segmento del muro fronterizo en California con un costo de 11 millones de dólares.
La firma en cuestión está relacionada a una constructora con varias posibles señales de fraude, según una auditoría de Gobierno.
Altos funcionarios de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara Baja están pidiendo al Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) respuestas sobre la evaluación que usaron el año pasado para escoger a SWF Contractors, de Omaha, para el trabajo.
FUNDADA CON UN SOLO EMPLEADO
La empresa, fundada el año pasado con un solo empleado, se escindió de Coastal Environmental Group, con sede en Nueva York, que ha sido demandada varias veces por no pagar o pagar menos de lo debido a subcontratistas.
“Al parecer el DHS dio la licitación a una compañía recién formada con conexiones cuestionables y realizar la debida diligencia previa”, dijo el representante de Misisipi Bennie Thompson en una misiva enviada a la Secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
“Por apresurarse a construir un tramo del muro del Presidente Donald Trump, una empresa con un historial de mala administración y derroche de fondos públicos podría terminar construyendo un segmento de este muro”, agregó.
PROMESA DE CAMPAÑA
El muro en la frontera de México con Estados Unidos fue una promesa central de la campaña de Trump.
El contrato con SWF es sólo por un tramo del gran proyecto, alrededor de 3.2 kilómetros de barreras en la frontera de Calexico, en California, con México.