Este 1 de abril entrará en vigor el Horario de Verano, por lo que la población deberá adelantar su reloj una hora la noche del sábado 31 para así despertar con el nuevo horario.
La medida que desde 1996 entró en vigor -con excepción de los estados de Sonora y Quintana Roo- inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre, periodo en el que en el país se registra una mayor insolación, por tanto, se reduce el consumo de energía diario.
Según un estudio del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), con la participación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) “la aplicación del Horario de Verano en 2017 generó un ahorro en consumo de 885.70 gigawatts hora”.
Esto es “el equivalente al consumo de 7.78 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas encendidas durante un año las 24 horas del día”, informó la Secretaría de Energía (Sener) en un comunicado.
¿BENEFICIOS?
Adicional al ahorro energético, el Horario de Verano del año pasado evitó el consumo de energía primaria equivalente a 1.13 millones de barriles de petróleo y trajo consigo una contribución económica calculada en mil 311 millones de pesos al considerar un costo medio de la energía eléctrica de 1.4805 pesos por kilowatt hora para los usuarios domésticos.
El ahorro de energía obtenido en el Horario de Verano de 2017 sería suficiente para abastecer el consumo de 571 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 258 kilowatt hora al bimestre.
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