Nadar en piscina constituye una actividad que tanto niños como grandes disfrutan. Además de resultar relajante deja muchos beneficios como: aumentar la capacidad motriz, quemar calorías, aumentar la flexibilidad y favorecer al sistema cardiorrespiratorio.
Pero ¿te has preguntado los riesgos que conlleva hacerlo? La gran mayoría de accidentes como ahogamientos o lesiones, se deben a una falta de prudencia por parte de los usuarios o por tener instalaciones deficientes o mal mantenidas.
Justo un problema en las instalaciones causó casi el fallecimiento de un menor en la Estados Unidos hace unas semanas.
Para crear conciencia y evitar más eventualidades de este tipo, la policía estadounidense difundió un video captado por una cámara de vigilancia que muestra a dos niños divirtiéndose en una piscina.
Esto no tendría nada de raro ni se habría compartido masivamente de no ser porque de un segundo a otro, uno de los pequeños es succionado por una tubería que se encontraba en lo profundo del agua.
Según información de ABC News, los curiosos niños quitaron una rejilla de seguridad que cubría la tubería, y como si esto no fuera suficientemente peligroso, uno de los dos decide hacer zambullidas cerca de la cañería para intentar explorarla.
Durante una de esas inmersiones, el pobre quedó atrapado. En un intento desesperado, su amigo intenta ayudarlo a salir, pero al no tener éxito, decide pedir ayuda.
Un padre de familia que se encontraba cerca, escuchó los gritos de auxilio y no dudó en meterse para tratar salvarlo.
Afortunadamente, el varón sabía reanimación cardiopulmonar (RCP) bajo el agua, lo que ayudó a mantenerlo con vida hasta que llegaron personas del servicio de emergencias quienes lograron sacarlo del agua y practicarle un mejor RCP.
Si bien el menor sobrevivió al suceso, se desconoce su estado exacto en la actualidad, ya que la Policía local se ha negado a revelar más información.