Año de Hidalgo y el “buey de la barranca”

 

Mouris Salloum George*

Por lo visto, no basta que un gran segmento de población jubilada tenga ya hipotecadas sus de por si precarias pensiones, bajo endoso a leoninas agencias financieras patito.

 

No basta tampoco, que los titulares de cuentas individuales en Afore privadas tengan que esperar todavía tres años para recibir el primer pago de su pensión, y que su alcance no sea mayor al 30 por ciento del último salario devengado.

 

El voraz pulpo de la especulación es insaciable: Ya se ha engullido más de dos billones de pesos de fondos de retiro denominados en papeles chatarra, trasegados en el mercado bursátil.

 

El gobierno federal, algunos gobiernos de los estados, empresas privadas nacionales y extranjeras se han llevado, desde ya, la parte de león de los recursos que se suponía servirían a los trabajadores para vivir una vejez digna.

 

El que venga atrás, que arríe

Todavía el crepuscular presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorros para el Retiro, Carlos Ramírez porfía en forzar una reforma legislativa a fin de elevar las tasas de cotización a la Seguridad Social con cargo a las percepciones de trabajadores y empleados.

 

Es que, proyectos como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se han convertido en un barril sin fondos, a los que no les alcanza la discrecional disposición de capital, obtenido al través de instrumentos financieros cuyos rendimientos, si los hubiera, se abonará después de 2020.

 

Ramírez ya dictó su testamento: Al próximo gobierno federal, porque el actual no pudo, le corresponderá sacar el buey de la barranca.

 

Año de Hidalgo, ninguno como el 2018. Quién sabe en que estado encontrará la Tesorería de la Federación el próximo presidente. No importa, el que venga atrás, que arríe.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

Imagen: chamanic.com

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