En el Hospital Severo Ochoa de Leganés, en Madrid, desde tercero de la carrera de Ciencias de la Salud, los estudiantes de la Universidad Alfonso X el Sabio, alternan teoría en las aulas con práctica en las diferentes áreas clínicas. Una experiencia clave para empaparse de la vida hospitalaria y encarar con más seguridad su periodo de residentes, que comenzará cuando acaben el MIR, el examen que determinará a qué especialidad (y en qué centro) podrán acceder los alumnos.
Algunos centros ya trabajan con robots que recrean reacciones y funciones humanas. El objetivo es ampliar la capacitación del alumno y, sobre todo, posibilitar la enseñanza mediante la prueba y el error, algo que la propia naturaleza de la actividad médica impide.
“Ya no es que los alumnos sepan, si no que sepan hacer”, sostiene Antonio López Román, médico y también profesor de fisioterapia de la Universidad Alfonso X el Sabio. “Para ello queremos proporcionar unas prácticas que antes no se hacían: estandarizadas, en entornos controlados y para todos igual”, añade.
TRES NIVELES DE SIMULACIÓN
Aquí es donde entra el nuevo hospital virtual que abrirá sus puertas a estudiantes y posgrados a partir de septiembre. Un espacio de 2.000 metros cuadrados, integrado en el propio campus, donde los futuros galenos practicarán técnicas y emularán situaciones difícilmente realizables en un nosocomio real.
El centro dispondrá de tres niveles de simulación, detalla López Román. En el primero, por ejemplo, se aprenderá dónde colocar la aguja para pinchar en un brazo artificial, que no emitirá respuesta ante la acción.
En el segundo, como si del juego Operación se tratara, los modelos avisarán si algo va mal mediante señales lumínicas.
“En el tercero, llamado de alta fidelidad, trabajaremos con robots que respiran, tosen o dilatan las pupilas”, ejemplifica Román. A estos androides se les podrá poner medicación, auscultar y observar sus constantes en tiempo real, entre otras cosas.
“Tenemos uno recién adquirido que simula un parto real”, cuenta el doctor, y explica que gracias a unas gafas de realidad virtual, las Microsoft HoloLens, el alumno podrá observar cómo se comporta el cuerpo por dentro mediante un sistema de hologramas.
Fuente: elpais.com