Autoridades de Hawai se dieron a la tarea de repartir máscaras de gas entre la población para protegerla de las cenizas y cristales arrojados por el volcán Kilauea.
La mayoría de los habitantes perciben una capa delgada de cenizas sobre la superficie, pues los vientos despejaron parte de la columna de humo de 9.100 metros (30.000 pies) de altura.
La erupción del Kilauea ocurrió poco después de las 4 de la mañana del jueves tras dos semanas de actividad volcánica en que la lava entró a barrios residenciales y arrasó con por lo menos 26 viviendas.
Geólogos han advertido que el volcán podría tornarse más violento y que nuevas erupciones podrían arrojar más cenizas y rocas del tamaño de vacas.
Julia Neal, administradora de la granja Pahala Plantation Cottages a unos 45 kilómetros (28 millas) al sudoeste del volcán, dijo que los trabajadores y sus familias han estado recogiendo sus máscaras de gas en el centro comunitario local. Los que sufren de asma se están quedando en sus casas, agregó.