AMLO, Anaya y Meade, tres rudos sobre el cuadrilátero

 

Mouris Salloum George*

Tres rudos sobre el cuadrilátero con las tijeras afiladas para cortar la cabellera de dos adversarios.

 

Meade tiene en su récord cuatro despachos de secretarías del gabinete presidencial; Anaya fue adherente al Pacto por México. López Obrador va, por la “tercera es la vencida”.

 

El trofeo en disputa, es la Presidencia de México. ¿Qué pretende hacer con la banda presidencial el que se la cruce al pecho el 1 de diciembre?

 

El tabasqueño ofrece rescatar el gobierno de manos de “la mafia del poder”. Meade es un cruzado por el statu quo. Anaya mide las pifias de sus rivales y se presenta como la verdadera opción, aunque sus “llaves” están muy desatornilladas.

 

La manzana de la discordia es el control del Estado. Los padres del neoliberalismo enseñaron a los tecnócratas nativos que el Gran Leviatán debe ser echado del paraíso de la economía. Fuera la intervención. Para eso está la mano invisible del mercado.

 

Esa es la doctrina establecida desde hace cinco sexenios: Más sociedad, menos Estado.

 

Desde la más alta rama pinolera, el oráculo se niega a aceptar la neutralidad: Incita al combate contra el populismo. Éste, dice, es el verdadero enemigo de la democracia.

 

El oráculo es el Jefe de Estado. Él manda en el gobierno. Su gabinete acata y cumple. ¡Un momento! Hay algo que no cuadra en la defensa de la libre determinación económica.

 

El 23 de mayo, el jefe de Estado dictó una circular fulminante: Bancos, aseguradoras, fondos de pensiones y otros corporativos financieros mexicanos, deben suspender toda operación con entidades públicas extranjeras.

 

Esas instituciones están en manos de gestores privados. Casualmente, muchos de ellos son inversionistas foráneos que se acomodaron en México a sabor de las garantías jurídicas cumplidas por el gobierno de Peña Nieto.

 

Peña Nieto es el jefe de los secretarios de Hacienda y Relaciones Exteriores. Estos colaboradores son el brazo ejecutor de las acciones restrictivas comentadas.

 

Si se resucita al Gran Leviatán para que ataque territorio extranjero, ¿no se corre el riesgo de que su liberación se revierta al interior de México?

 

Ese capítulo queda abierto rumbo al tercer debate entre los candidatos presidenciales. Hay que reservar boleto de primera fila.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

Foto: Monitor Expresso

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