Elisabeth Hellenbroich en MSIA Informa
“Europa en una nueva era –cómo aprovechar las oportunidades.” Este fue el tema del 27º Congreso Bancario Europeo realizado en la ciudad alemana de Frankfurt, reunión que congrega a la élite bancaria europea para analizar las perspectivas del sistema financiero mundial y del futuro de la zona del euro. En contraste con los años anteriores, hubo ahora un tono de optimismo manifestado en el discurso del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, a pesar de su advertencia días después sobre la necesidad de mantener bajo control los préstamos dudosos (NPL, en la jerga del mercado financiero), cuyo monto se estima de los 800 mil millones al billón de euros.
El congreso fue presidido por Jean Lemierre, presidente del Consejo de Administración del BNP Paribas de París, una señal clara de que el factor francés tendrá un papel creciente en la política europea. Además del propio Lemierre, este aspecto fue resaltado por el ex primer ministro italiano Mario Monti, por la economista francesa Agnès Bénassy-Quéré (Presidente del Consejo Francés de Análisis Económico) y por Jakob von Waiszäcker (miembro del Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo).
Todos subrayaron el “impulso” dado a Europa por el presidente francés, Emmanuel Macron, y manifestaron su optimismo sobre la adopción de una “política unificada” en la zona del euro, sobre la creación de un Mercado de Capitales Europeo y más inversiones corporativas mixtas. Otro de los temas destacados de las conversaciones fue China y hasta qué punto las inversiones chinas ofrecen nuevas oportunidades para Europa.
3 TEMAS EN EL CENTRO DEL DEBATE
Tres temas, esencialmente, estuvieron en el centro del debate: el más importante, definido en el discurso principal de Draghi, fue el anuncio de que el Programa de Compra de Activos del BCE tuvo efectos positivos en el sistema económico. Sin embargo, avisó que continuará el programa para controlar la inflación hasta por lo menos septiembre de 2018, cuando se espera que la inflación alcance el 2 por ciento.
Uno de los principales impulsos para que esto suceda, según Draghi, es la esperanza del aumento de los salarios, así como muchas más inversiones económicas en la zona del euro. “La zona del euro está en medio de una expansión económica sólida,” dijo.
Agregó que el PIB ha crecido dieciocho trimestres consecutivos, por eso “desde el punto de vista del BCE, tenemos cada vez más confianza en que la recuperación es robusta y que ese impulso seguirá adelante.” Draghi dio tres razones que explican esa recuperación.
Primero, los “vientos contrarios” que estaban frenando la recuperación se disiparon en los últimos años: “Hace algunos años que el crecimiento internacional y el comercio mundial han sido un obstáculo para la recuperación. Ahora estamos viendo señales de expansión. La proporción de países en los que el crecimiento ha aumentado respecto a los tres años anteriores aumentó de 20 por ciento, a mediados de 2016, a 60 por ciento hoy. Y esto alimentó una recuperación del comercio mundial, que está creciendo a una tasa anual la más fuerte en seis años,” y bien se puede convertir en viento en popa. En el plano interno, un viento en popa crucial en el pasado fue el “desapalancamiento de parte de las empresas y de los agregados familiares”.
El segundo factor que nos da confianza en la recuperación, dijo Draghi, “es que los motores del crecimiento son cada vez más endógenos –es decir, no se trata de precios del petróleo en caída ni de política monetaria, sino que hay señales de que el crecimiento se está ‘retroalimentando’. Aunque los precios del petróleo hayan aumentado en 30 dólares desde inicios de 2016, el consumo privado se mantuvo robusto y está siendo apoyado por un círculo virtuoso entre el aumento de la renta del trabajo y el aumento del nivel de empleo. El empleo en la zona del euro llegó al punto más alto de su historia, mientras que el desempleo cayó a la menor tasa desde enero de 2009. En la medida que el consumo se fortalezca, las inversiones también lo seguirán. Desde 2016, las inversiones contribuyeron con casi 45 por ciento del crecimiento anual del PIB, en comparación con menos de 30 por ciento de los dos años anteriores.”
El tercer factor que señala una recuperación es que la economía puede estarse volviendo más resistente a los nuevos choques, como resultado de dos tendencias en curso: “Por primera vez desde 2009, los préstamos a las empresas se están moviendo para el terreno positivo en todas las grandes economías de la zona del euro. Y la demanda de préstamos por empresas que, en el mismo periodo del año pasado todavía era negativa en varios países vulnerables, ahora es positiva en toda la zona del euro.”
Otro factor es la “creciente flexibilidad” del sector financiero: “El índice de capital total de los bancos aumentó significativamente más de 170 puntos desde el inicio de 2015. (…) Todos los bancos se beneficiaron de la tendencia ascendente de retornos sobre los activos desde el inicio de nuestra flexibilización de la política monetaria, en 2014. (…) Esa tendencia, claramente, esconde algunas variaciones entre los bancos, lo que es en gran parte impulsado por las diferencias en nuestro modelos de negocios.”
EN LA ZONA DEL EURO
En la actualidad, Draghi no ve “ningún riesgo sistémico que aparezca en el ámbito de la zona del euro.” Su preocupación es que “todavía no vemos un ajuste sustentado en la parte de la inflación” y, aunque haya desde principios de año un impulso ascendente, la cuestión clave es el “crecimiento salarial.”
Un motor clave de la recuperación siguen siendo las condiciones de financiamiento muy favorables que encuentran las empresas y sus familias. Draghi describió brevemente la “decisión monetaria” tomada por el BCE el mes pasado. Para que la inflación retroceda de forma sustentable hacia nuestro objetivo, “decidimos reducir el ritmo de nuestras compras de activos monetarios de 60 mil millones de euros, en tanto que extendemos el horizonte de esa compras hasta el final de septiembre de 2018, o además de esto, si fuese necesaria, y de cualquier manera hasta que no veamos un ajuste sustentado en el camino de la inflación.”
CONTROL DE LOS PRÉSTAMOS DUDOSOS
En contraste con su discurso del 22 de noviembre en el Congreso, según el periódico Die Welt, Draghi advirtió que dentro de la zona de euro “los préstamos dudosos se deben reducir rápidamente.” En esa ocasión recalcó que los bancos investigados tienen sus balances NPI en un valor de 800 mil millones de euros, número que de acuerdo con un estudio de la consultoría Pricewaterhouse and Cooper (PwC), supera ya el billón de euros. Algunos bancos están particularmente en peligro: en Italia, según el BCE, la cuota media de NPL es de 12 por ciento.
En el último verano boreal, los bancos Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza tuvieron que ser liquidados, en tanto que el español Banco Popular fue absorbido por Santander. Irlanda está en la misma faja, con 12.6 por ciento; Portugal, 19 por ciento, y Grecia, un impresionante 47 por ciento. Los balances del BCE se encuentran tan distendidos que ya no hay como proporcionar más crédito, lo que ayuda a obstaculizar el crecimiento económico.
El tema de los préstamos dudosos también estuvo en el centro de la conferencia del presidente del Bundesbank, Jens Weidman, quien dijo que “necesitamos establecer reglas que aseguren la gestión prudente de los préstamos dudosos, también en el futuro. Las propuestas recientemente hechas por el BCE en este sentido me parecen un camino sensato a seguir.”
En esta ocasión, el discurso de Weidman sobre la política de flexibilización cuantitativa del BCE fue menos crítico que en años anteriores. Según él, la “política monetaria expansiva del sistema del euro contribuyó significativamente a la recuperación de la zona del euro y las tasas de crecimiento han sido positivas desde hace más de cuatro años. El desempleo se redujo a su nivel anterior de la crisis y los indicadores económicos apuntan a una recuperación económica continua. En Alemania, los indicadores económicos indican un crecimiento todavía más fuerte que el que esbozamos en nuestra proyección de junio. A lo largo de los últimos cuatro años, la utilización de la capacidad instalada aumentó de forma constante. Y, desde 2016, la economía está funcionando inclusive por encima de su capacidad. La duración y la fuerza de la recuperación actual son impresionantes, en especial en medio de la elevada incertidumbre política internacional. La inflación, sin embargo, no acompañó a la recuperación.”
PROGRAMAS DE COMPRA DE ACTIVOS
El presidente del Bundesbank argumentó a favor del “relajamiento de la política monetaria el año entrante” y de la necesidad de definir una fecha para el cierre claro de las compras de activos líquidos. Argumentó que el efecto global de los Programas de Compra de Activos no es tanto el valor de las compras extras mensuales, sino, principalmente, el volumen total de títulos soberanos de los balances bancarios.
“Una cosa es clara, en cualquiera de los casos, como dijese Mario Draghi, la política monetaria por si no puede traer prosperidad duradera para nuestras economías. Esta es la tarea de los gobiernos y de los Parlamentos,” afirmó.
No obstante, aunque sea optimista sobre el crecimiento económico alemán, Weidman subrayó que la economía del país debe ser más productiva. Mencionó el potencial inexplorado que representa la digitalización y que la remoción del estrangulamiento de las bandas anchas podría aumentar el crecimiento económico, pues esto aumenta la competencia e introduce productos y procesos innovadores.
“Las inversiones en innovación y educación son fundamentales,” dijo, ya que aumentarían la productividad del trabajo y aumentarían la seguridad en el empleo. Argumentó a favor del financiamiento corporativo entre fronteras y de medidas para derribar los muros de los mercados de capitales europeos, así como la “normalización de los regímenes nacionales de insolvencia.”
EL FACTOR CHINA
El panel titulado “Aumentando la competitividad del sector bancario europeo” contó con la presencia de Jean Lemierre del BNP Paribas, de John Cryan del Deutsche Bank y de Martine Zielke, del Commerzbank. Cryan señaló que para las compras de activos “calibradas” del BCE al decir que es necesaria la desaceleración de su ritmo: “Necesitamos una transferencia para la inflación salarial.” Observó, al mismo tiempo, que Europa tiene un gran número de bancos y que le sentaría bien tener un puñado de institutos bancarios capaces de competir a escala internacional. Los tres banqueros apoyaron la creación de un mercado de capitales europeo.
En el panel dedicado a “La (des)globalización desde la perspectiva europea,” el debate se centró en el papel de China en la economía mundial y, particularmente, de Europa. Jörg Wuttke, vicepresidente de BASF de China y consejero del Instituto Mercator de Estudios sobre China de Berlín, y Guntram Wolff, director del Instituto Brügel de Bruselas, hicieron comentarios importantes. Según Wuttke, quien fuera invitado a comentar el reciente viaje del presidente Donald Trump a China, “los chinos descubrieron Trump” y jugaron con él, a sabiendas de cómo atraerlo a sus inversiones.
“Trump quería que el problema de Corea del Norte se resolviera y quería dejar la impresión de él era el mejor negociador,” afirmó. Para Wolff, la “desglobalización” no está sucediendo. Señaló los esfuerzos de China para poner en marcha el gigantesco programa de infraestructura del Cinturón y Ruta, que está promoviendo sólidamente el comercio. Wuttke completó la idea al decir que “China es el más grande inversionista de Europa. (…) En China, el Estado está apoyando y subsidiando inversiones, al contrario de Europa, donde los inversionistas privados están compitiendo entre sí.”
Por otro lado, observó que China está, paradójicamente, convirtiéndose en el garante de los mercados abiertos.” “China hace un juego de largo plazo, 2020-2040, ya hasta 2040 China podría convertir al yuan en una moneda de reserva.” Señaló que por 30 años, China ha tenido un crecimiento de dos dígitos. “China nos dio una ruta y no es malo que los chinos inviertan en Europa,” afirmó, con la reserva de que es necesario calificar que “sectores estratégicos” se deben proteger.
En el panel final, dedicado al tema “Restaurando el Proyecto Europeo,” la moderadora Linda Crane, de la Deutsche Welle, invitó a los invitados a participar en una votación digital para responder si las reformas del presidente Macron de Francia son decisivas. Las respuestas se dividieron entre 64.4 por ciento para “Si” y 30.6 por ciento para “no estoy seguro.” Para la ya citada economista Agnés Bénassy-Quéré, las reformas laborales de Macron son sólo el primer paso, pero no representan un factor “decisivo para el desempleo.” Para ella, el verdadero factor decisivo será la “reforma educativa.”
A su vez, el eurodiputado Jakon von Weizsäcker, de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, apoyó al presidente francés: “Creo que Macron tiene razón. Espero que el siguiente gobierno diga que Macron tenía razón en avanzar tanto. Un mercado único europeo debería tener más bienes públicos.”
Mario Monti, de igual forma, expresó entusiasmo hacia Macron, en especial por su propuesta de integración tributaria: “Un Ministerio de Hacienda de la zona del euro tomará años. Lo más esencial es que necesitamos recrear la confianza entre los países.”