El Tribunal Supremo de Estados Unidos respaldó este martes con una fuerte división el veto migratorio del presidente del país, Donald Trump, pese a las alegaciones de que apuntaba especialmente a países con mayoría musulmana.
El alto tribunal falló, así, a favor de la tercera prohibición de viaje promulgado por el mandatario desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, y que afecta a Libia, Irán, Somalia, Siria y Yemen e impone restricciones a los venezolanos y norcoreanos desde el pasado septiembre.
En un principio Chad también estaba en la lista, pero fue excluido posteriormente.
La sentencia, redactada por el juez John Roberts, fue respaldada por la mayoría conservadora del tribunal y salió adelante por 5 votos a favor y 4 en contra.
En ella, se considera que Trump ejerció “legalmente” su poder para “suspender la entrada” de extranjeros al país. Antes, Trump había impulsado otras dos prohibiciones de viaje.
La primera había sido aprobada en enero de 2017, justo después de su toma de posesión, y abarcaba a siete países de mayoría musulmana (Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen) durante 90 días y suspendía el programa de admisión de refugiados por 120 días, con excepciones de minorías religiosas.
VARIOS REVESES JUDICIALES
Como resultado de esa orden, 700 viajeros fueron retenidos en los aeropuertos y 60 mil visados fueron revocados temporalmente, según datos del Departamento de Estado, lo que generó un amplio caos en estas instalaciones en todo el país.
Dicha orden fue bloqueada por tribunales federales y el Ejecutivo preparó una segunda versión, tramitada en marzo de ese año, que eliminaba de la lista a Irak y suprimía las excepciones recogidas en el programa de admisión de refugiados, pero los tribunales nacionales se opusieron de nuevo e impidieron su puesta en marcha.
Tras varios reveses judiciales, ese veto pudo entrar en vigor gracias al Tribunal Supremo, que permitió al Gobierno restringir la entrada de aquellos que no tenían familia cercana en Estados Unidos.
Las restricciones eran temporales y cuando expiraron, en septiembre de 2017, Trump proclamó su tercer veto, que incluyó por primera vez a dos países sin mayoría musulmana: Corea del Norte y Venezuela, en los que las restricciones solo afectaron a algunos funcionarios y su “familia inmediata”.
El Supremo permitió en diciembre su implementación de manera temporal.