Si en alguna ocasión has tenido que lidiar con un manipulador o un depravado narcisista, seguramente hayas sentido algo muy confuso con ellos. Solo pueden ver el daño que les hacen, jamás se ven como atacantes.
Uno puede preguntarse de qué forma posiblemente un humano exagerado y terrible no pueda percatarse del daño que hace a su alrededor. Como era de aguardar, verdaderamente hay una razón psicológica para esto.
Esta es la razón por la que un manipulador narcisista nunca se disculpa.
El motivo más simple de este statu quo es que absolutamente nadie desea considerarse una mala persona. De ahí que todos podemos justificar nuestras malas acciones a los que nos juzgan.
Según el portal blog.empoderadas.com, los manipuladores malvados narcisistas asimismo desean verse como buenas personas. Tienen una tendencia a considerarse a sí mismos como víctimas por el hecho de que su autoimagen actual no puede manejar lo opuesto.
Una negación de la realidad:
Además de esto, aceptar que hicieron algo malo equivaldría a aceptar un descalabro o una renuncia. Esto es una cosa que los atacantes jamás van a hacer.
En sus psiques hay un choque fuerte entre el desorden de personalidad, una necesidad de control y el ciclo de abuso por el otro.
Entonces se vuelven surrealistas al intentar justificar sus acciones:
O finge que estás equivocado. Esto les dejará sentirse en paz con los actos desalmados que han cometido. Al hacer esto, salen de la realidad que sería inaguantable para ellos. Crean su realidad.
Piénsalo por un instante. Tu manipulador depravado narcisista efectivamente ya le ha presentado disculpas desatinadas para su comportamiento.
Posiblemente haya escuchado que minimiza lo que hizo, inventa cosas que hizo para justificarse a sí mismo, o aun afirma que “se lo merecía”.
Todas y cada una estas cosas son las llamadas aberraciones con la intención de continuar considerándose a sí como una buena persona.
Al arruinar su reputación y preocuparse por la de ellos, se cercioran de que otros les aseguren su derecho.
De ahí que jamás debes aguardar que un abusador acepte sus fallos con el tiempo. Y absolutamente nadie puede cambiar sin reconocer sus fallos.