En el fondo del mar, a una profundidad de 434 metros y a poco más de un kilómetro y medio de la cosa de Ulleungdo, en Corea del Sur, se dan a la tarea de descansar los restos de un buque de guerra ruso llamado Dimitrii Donskoi.
Botado en 1883 y hundido en 1905, el buque fue descubierto por exploradores surcoreanos en 2003, pero apenas en 2018 se descubrió un tesoro multimillonarioque permaneció bajo el agua por más de un siglo.
Se trata de alrededor de 200 toneladas de oro que el Dimitrii Donskoi transportaba al momento de ser hundido por las armas japonesas durante la Batalla de Tsushima. Los buzos expertos del Shinil Group, empresa dedicada a descubrir los secretos del naufragio, estima que el valor del tesoro sería de aproximadamente 133.4 mil millones de dólares actuales.
A parir de su descubrimiento, el gobierno ruso, por medio de Yaroslav Livanskiy, funcionario del Movimiento Público de Rusia que se encarga de conmemorar a los ciudadanos rusos que defendieron su patria a lo largo de la historia moderna, pide que los buzos de Shinil Group regresen el tesoro “como señal de buena voluntad”.
“El buque es un hallazgo de valor incalculable para Rusia, una reliquia de gran valor, un símbolo de nuestro pasado heroico y trágico; una parte de la historia militar de Rusia. Por lo tanto, lo que se descubrió a bordo del mismo es inseparable del valor general del hallazgo,” pidió el funcionario.
Los buzos que hallaron el oro perdido indican que supieron que se trataba del Donskoi porque su bitácora de navegación es idéntica a la de los registros históricos que se preservan en tierra firme.
El buque poseía tres velas y dos chimeneas de las que emanaba el humo proveniente de las enormes máquinas a carbón con las que funcionaba el Donskoi, uno de los navíos de guerra más modernos de finales del siglo XIX.
Según los historiadores que se han sumergido para ver con sus propios ojos el estado actual del buque, gran parte del mismo está en condiciones deplorables, pero el casco, el ancla y varios de los cañones y ametralladoras con las que se defendió su tripulación, se mantienen en excelente estado.
Por el momento, empresas de China, Canadá, Corea del Sur y del Reino Unido, trabajan para elevar parte del naufragio y, de ser posible, rescatar el tesoro que lleva dentro.
