Según la información dada a conocer por la agencia de noticias Reuters, Estados Unidos estudia replicar en la frontera con México algunas medidas de seguridad de las que se aplican en la Franja de Gaza.
El 12 de junio la secretaria de Seguridad Interior Kirstjen Nielsen y asesores del gobierno estadounidense se reunieron con el ministro de Seguridad Pública de Israel, para conocer detalles sobre algunas de las medidas de seguridad utilizadas por el país en el límite territorial con Gaza.
Durante su visita a Israel, Nielsen inspeccionó las vallas de última tecnología usadas por el Estado hebreo para sellar sus 230 kilómetros de frontera con Egipto y los 60 kilómetros de límite territorial con la Franja de Gaza, un enclave palestino controlado por el grupo islamista Hamas.
La barrera equipada con sensores electrónicos está constituida por una base de concreto y una estructura de alambre y malla de cinco metros de altura, así como rollos de alambre de puas y una zanja de cuatro metros de profundidad, algunas secciones cuentan con torres de vigilancia.
Esta valla no se asemeja a los prototipos de muro que le fueron presentaron a Trump.
UNA DE LAS OBSESIONES DE TRUMP
Con base en lo que el ministro de Seguridad Pública de Israel reportó Nielsen analizó con detenimiento un muro subterráneo diseñado para bloquear los centenares de túneles descubiertos y usados por Hamas, así como los sistemas de alerta temprana para frustrar incursiones.
El límite entre Gaza e Israel es constantemente escenario de protestas palestinas semanales. Desde marzo, 140 palestinos han muerto en enfrentamientos con el Ejército israelí.
En marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que la construcción del muro fronterizo con México comenzará “de inmediato”, después de que el Congreso aprobase una partida de 1, 600 millones de dólares destinada a su levantamiento.
Los fondos, aprobados con el respaldo de los líderes demócratas incluyen una partida de 1, 600 millones de dólares para iniciar la construcción del muro en la frontera sur con México, una de las obsesiones de Trump.