El programa En Punto de la cadena Televisa se dio a la tarea de revisar a detalle los videos que obtuvo de las cámaras de seguridad del penal de Aguaruto, en Sinaloa, de donde dos reos de alta peligrosidad se fugaron la madrugada del domingo 22 de julio de 2018.
Se trata de varias horas de grabación de varias cámaras. La revisión corroboró que prácticamente nadie de las personas que laboran en ese turno pudo haber sido del todo ajeno a lo que estaba ocurriendo: quienes respondieron las llamadas del C4 de Culiacán, los policías estatales apostados en la puerta, los custodios que los vieron pasar, pero va más allá, la revisión de lo que los reos tenían en su celda muestra que no se cumplía ningún reglamento, tenían de todo.
Aquí está el articulo original de En Punto para que puedas ver los detalles de lo que encontró este programa:
En Punto revisó a detalle los videos que obtuvo de las cámaras de seguridad del penal de Aguaruto, en Sinaloa, de donde dos reos de alta peligrosidad se fugaron la madrugada del domingo.
Se trata de varias horas de grabación de varias cámaras. La revisión confirmó que prácticamente nadie de las personas que laboran en ese turno pudo haber sido del todo ajeno a lo que estaba ocurriendo: quienes respondieron las llamadas del C4 de Culiacán, los policías estatales apostados en la puerta, los custodios que los vieron pasar, pero va más allá, la revisión de lo que los reos tenían en su celda muestra que no se cumplía ningún reglamento, tenían de todo.
Cuarenta minutos antes de recibir los uniformes de custodio para salir del penal de Aguaruto,
Julián Grimaldi Paredes, presunto operador del Cártel de Sinaloa y Carlos Jesús Salomón Higuera, alias “El Macaco”, del Cártel de los Beltrán Leyva, revisaban constantemente sus celulares, incluso, uno de ellos tiene tres equipos.
En el suelo se observa un radio de comunicación, mientras en el buró se observa una luz intermitente, de lo que parecería ser un modem de internet. En la celda se aprecian restos de comida y algunas bolsas.
Hay ropa que no corresponde al uniforme reglamentario en el penal, además usan cadenas, rasuradoras eléctricas e incluso tienen contactos de luz para sus aparatos electrónicos.
Diez minutos antes de que lleguen los uniformes, uno de los reos tomó una bolsa de plástico y metió en ella los objetos que pretendía llevarse, con la bolsa en mano, parece que ensayó cómo caminar de manera “natural”. Su compañero lo vio y le hizo un ademán en el que pareció indicarle que sería mejor guardar los objetos en las bolsas del pantalón, entonces el interno rompió la bolsa y sacó sus pertenencias.
Quien les proporciona los uniformes es el encargado de vigilar las cámaras de seguridad. (Foto: Noticieros Televisa)
Ambos sabían que estaban siendo observados, pero parecía no importarles, sabían que estaban protegidos.
Una mujer custodio es quien ingresó al cuarto de servicio con los uniformes, después, uno de sus compañeros los llevó a la celda.
Quien les facilita a los internos la bolsa es quien estaba vigilando las cámaras. El área debe ser un área cerrada, las celdas deben estar cerradas y la persona que le acerca la bolsa con los objetos es el encargado del módulo, que es quién vigila las cámaras”, explicó Cristóbal Castañeda, encargado de penales de Sinaloa.
La bolsa contenía dos uniformes y dos pistolas asignadas a custodios.
Uno de los reos sonrió a la cámara.
Los uniformes se los colocaron encima de la ropa, los celulares y otros objetos los metieron en las – bolsas de los pantalones.
Con la lámpara de buró verificaron que no se les olvidara nada. Los últimos objetos se los guardaron donde pudieron.
Ya casi listos, destruyeron un par de bolsos de mano, una almohada y tiraron objetos al excusado. También tuvieron tiempo para un cigarro y para inhalar cocaína.
El custodio subió por ellos y bajaron al primer filtro de seguridad: un portón que pasaron sin problema. A pocos metros, un velador les abrió la reja con naturalidad. Caminaron por el pasillo de la comandancia hasta el área de registro de visitantes.
En este punto, dos custodios los observaron y se adelantaron al siguiente filtro, uno de ellos abrió una pequeña reja y el otro siguió de frente, él es quien les abrió la última puerta antes de subir al auto en el que escaparon.
A partir de las 3:01, el operador del C4 se percató de que tres elementos con uniforme de policía salieron a un pasillo normal, con la actitud normal, pero para el elemento del C4, en su protocolo, no es normal que anden tres elementos a esa hora, le preguntó al encargado que qué hacían esos elementos o quiénes eran, y él le contestó que eran custodios que desmontaban de su turno e iban a salir”, relató Fermín Hernández, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa.
El C4 se ubica a solo unos metros del penal de Aguaruto.
El mismo operador del C4, a los dos tres minutos de haber detectado a esas personas, se percató del arribo de dos o tres vehículos al exterior del penal y también le preguntó a otra persona que estaba encargado de ahí del penal: oye arribaron unos vehículos, ¿qué hacen esos vehículos? Y le contestó: no los tengo a la vista, voy a checar para ver quiénes son, pero es en el exterior del penal, pegado a la calle, y después dijo: es de los que vienen a recoger a los que están francos, transcurrieron dos minutos, a las 3:06 minutos, cuando salen los dos internos acompañados de otras dos personas que ya tenemos identificadas quienes son, son custodios, y abordan uno de los vehículos y es cómo se van”, explicó el secretario.
Los cuatro vehículos huyeron por la carretera a Navolato, con dirección a Culiacán.