El sábado pasado Nicolas Maduro, presidente de Venezuela, estuvo obligado a interrumpir su discurso durante un acto oficial, debido a la explosión de la carga de un drone que sobrevolaba en las cercanías de la tarima presidencial. De acuerdo a información oficial, la explosión formó parte de un fallido atentado contra el mandatario venezolano, en el cual se pretendía usar naves aéreas no tripuladas cargados con explosivos para fulminar a Maduro.
Sólo una de las explosiones fue captada en video.
Parece que el grupo que “atentó” contra la vida de Maduro tiene mucho dinero, porque utilizaron drones DJI M600, cuyo valor es de aproximadamente 1,295,157,049 bolívares venezolanos (unos 139 mil pesos mexicanos y 4 mil 600 dólares). Para el atentado usaron dos de estos aparatos.
Los drones DJI M600 tienen un par de años en el mercado, y se han convertido en los favoritos de cineastas y creativos por lo que pueden hacer. Primero, están equipados con la última tecnología de video y, dependiendo el peso que carguen, su batería les puede dar la libertad de volar de 16 a 36 minutos. Estos drones pueden transmitir en un diámetro de hasta 5 kilómetros y cargar un peso máximo de 6 kilos.
El M600 utiliza ESCs inteligentes impulsados por onda sinusoidal para garantizar un rendimiento preciso, seguro y eficiente, mientras los sistemas auto-adaptables del A3 ajustan los parámetros de vuelo automáticamente según las distintas cargas útiles. En resumen, estos drones son grandes, tienen la posibilidad de cargar un peso considerable y su manufactura hace que sean fáciles de manipular, así que difícilmente podrían estrellarse.
En redes sociales está circulando un supuesto vídeo que muestra al segundo drone estrellándose contra un edificio. Hay informes de vecinos cercanos a la zona que grabaron un día antes las pruebas de los drones, pero no se ha confirmado nada hasta el momento