Una universidad privada de Medicina de Tokio se dio a la tarea de aceptar que manipuló durante años los resultados de los exámenes de acceso al centro con el objetivo de permitir a menos mujeres que a hombres. El caso fue investigado por un gabinete jurídico por encargo del propio centro. La Universidad Médica de Tokio manipuló todos los resultados del examen de ingreso a partir de 2006 o incluso antes, de acuerdo con los hallazgos publicados por los abogados involucrados en la investigación, confirmando informes recientes en medios japoneses.
La escuela en Japón, que inicialmente rechazó conocer las manipulaciones de los puntajes de las pruebas, dijo que no debería haber ocurrido y se comprometió a evitar que vuelva a suceder.
El escándalo salió a la luz mientras la fiscalía de Tokio investigaba al mismo centro por las presiones ejercidas por un alto cargo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología para que la universidad admitiera a su hijo bajo la amenaza de retirarle ayudas públicas, un caso también recogido por los medios nipones.
El motivo detrás de la manipulación sería la idea de que los hombres son más adecuados para desempeñar la profesión médica debido a que las mujeres japonesas suelen dejar de trabajar al casarse y tener hijos, según el rotativo Yomiuri.
En Japón aproximadamente la mitad de las mujeres abandona definitivamente su trabajo tras ser madres, debido a factores socioculturales y a las dificultades para conciliar vida familiar y profesional en este país asiático.
El Gobierno ha puesto en marcha la estrategia “Womenomics” para promover una mayor participación laboral femenina, pero el país continúa con una notable brecha salarial entre sexos y con una ínfima presencia de mujeres entre altos cargos de empresas o entre sus representantes políticos.