El mole negro de Oaxaca constituye un platillo delicioso cuyo sabor no podrás encontrar en ningún otro lugar del planeta. La mezcla exacta de chiles, chocolate, especias, tomate y demás ingredientes nos hablan de mucho más de comida. Nos señalan todo sobre la cultura de las ocho regiones que conforman ese estado, sus celebraciones y hasta sus penas.
Ahora, ese legado cultural que ha trascendido generaciones podría desaparecer. En 2013 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo, Pesca y Alimentación (Sagarpa) declaró como especie en peligro de extinción al huacle, chile con el que se hace el mole negro, después que las plagas y las afectaciones por el cambio climático, como la falta de lluvia, provocaron que los agricultores dejaran de sembrar dicho cultivo y hoy es muy poco el que queda.
En un post del blog oficial del Conacyt, Jair San Juan Martínez, maestro en ciencias en conservación y aprovechamiento de recursos naturales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Oaxaca, explicó que el cultivo del huacle es “adaptable a producción bajo cubierta”.
¿Por qué llevamos a una especie de chile tan usada cotidianamente a la extinción? El maestro San Juan opina que en gran parte se debió a que existía poca investigación científica que contribuyera con su recuperación o que nos hablara de sus propiedades nutricionales y las plagas que le afectan.
Desde hace dos años se ha realizado un proyecto de preservación con buenos resultados haciendo que incluso “la polinización se lleva a cabo con solo agitar las flores, sin requerir la presencia de polinizadores que naturalmente se encuentran a campo abierto como abejas”, asegura el especialista.