¿Cuáles serán los límites de la obediencia?: Comandante del Ejército de Brasil

 

MSIA INFORMA

En el actual momento que atraviesa Brasil, muchos ojos están puestos en las palabras del comandante del Ejército, el general Eduardo Villas-Boas, interrogándose sobre la actitud de las Fuerzas Armadas en relación con el inestable panorama nacional.

 

Seguramente fue una sorpresa encontrarse el texto del jefe militar del ejército en Twitter el pasado 30 de noviembre:

“Samuel Huntington nos instiga: ‘La lealtad y la obediencia son las más altas virtudes militares, ¿pero cuáles serán los límites de la obediencia?’. El Estado, al delegarnos el poder para ejercer la violencia en su nombre, necesita saber que actuamos siempre en pro de la sociedad de la cual somos siervos”.

 

Esto fue lo que bastó para renovar las especulaciones sobre la posible intervención de las Fuerzas Armadas ante el tumultuoso proceso político del país, enmarcado en la clara ruina del sistema político-institucional, y el desaliento generalizado de la sociedad.

 

Dos día después, las palabras del general volvieron a repercutir fuera de los cuarteles, esta vez después de su saludo a los nuevos aspirantes de la Academia Militar de Agulhas Negras (AMAN), en Resende, Río de Janeiro.

 

En un tono optimista el general afirmó:

“Al verlos, e imaginar lo que domina sus pensamientos, es imposible no ser optimista. No ver en la esencia de nuestra formación las marcas del carácter militar forjado en cada uno y la certidumbre del joven idealismo, transformador del mundo, tan fuerte, que es capaz de hacerlo. Esto contrasta con la tristeza y la apatía que se ha abatido sobre la sociedad en estos últimos tiempos, donde es tan profuso reclamar derechos y tan raro dar ejemplos.

 

“Ustedes atestiguan que Brasil tiene destino, de que muchas cosas buenas permanecen y que, al final, prevalecerá la justicia y la cordialidad de nuestro pueblo” (DefesaNet, 3 de diciembre de 2017).

 

 

RECELO DE LA OLIGARQUÍA FINANCIERA

Entre los más recelosos con la postura de las Fuerzas Armadas brasileñas se destaca la oligarquía financiera.

 

Un buen ejemplo es el editorial del pasado julio de la revista The Economist, unos de los principales portavoces de la City de Londres, provocadoramente titulado “Se buscan enemigos”.

 

Como lo hemos comentado, para aquellos oligarcas, los militares brasileños deberían resignarse a las funciones de un mera guardia nacional encargada del mantenimiento del orden interno o ser una proverbial guardia pretoriana, para preservar las políticas económicas neoliberales implementadas por los sucesivos gobiernos desde la década de los 1990s, directamente responsables del crecimiento de las injusticias sociales, y sus inevitables repercusiones en la seguridad pública.

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