La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos acabó con la regulación impulsada por el expresidente del país, Barack Obama, para garantizar la “neutralidad de la red”, un principio que aseguraba la existencia de internet como un servicio público.
Con la nueva regla, queda en manos de la empresa proveedora de servicios de internet decidir a qué páginas pueden o no entrar sus clientes, incluyendo medios de comunicación, webs de vídeos o cualquier otro contenido.
La norma, aprobada en 2015, pretendía preservar el libre acceso de los usuarios a cualquier web, de forma que el proveedor de internet no tenía capacidad para bloquear o ralentizar esta entrada, algo que cambiaría ahora y podría transformar el modelo de negocio dando prioridad a unos proveedores de contenidos sobre otros.