El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, criticó la negociación del Gobierno británico sobre el “brexit” y pidió la convocatoria de un segundo referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Cuando faltan seis meses para el divorcio, el Reino Unido afronta dos opciones, un “mal acuerdo” o “ningún acuerdo”, afirmó el alcalde en un artículo publicado en el diario The Observer.
En su opinión, el debate actual está centrado en las ambiciones políticas del exministro de Exteriores Boris Johnson, en vez de hablar sobre la importancia de concretar un pacto con la UE.
PLAN CHEQUERS
En los últimos días, los medios revelaron que varios diputados conservadores euroescépticos se reunieron en Londres para estudiar cómo desafiar el liderazgo de la primera ministra británica, Theresa May, por oponerse a su propuesta de “brexit” suave contenida en el conocido como plan “Chequers”.
Esta propuesta contempla crear un área de libre comercio para bienes después del “brexit”, lo que evitaría los controles de aduanas y mantendría abierta la frontera irlandesa, algo que los euroescépticos rechazan por considerar que el Reino Unido seguiría ligado al bloque europeo y haría difícil negociar con países fuera de la UE.
El alcalde de Londres admitió que no imaginaba pedir la convocatoria de un segundo referéndum, pero que está cada vez más alarmado por la “caótica” situación de las negociaciones con Bruselas, rodeadas de “confusión y un punto muerto”.
UNO DE LOS PRINCIPALES ESCOLLOS
Es por ello, agregó el político laborista, que es necesario “un voto de la población sobre cualquier acuerdo del ‘brexit’ alcanzado por el Gobierno, o una votación en caso de que no haya acuerdo del ‘brexit’, junto con la opción de permanecer en la UE”.
Hay incertidumbre sobre si Londres y Bruselas podrán alcanzar un pacto para octubre, la meta que se han fijado, si bien el negociador comunitario, Michel Barnier, dio a entender hace unos días que podría haber acuerdo en seis u ocho semanas.
Uno de los principales escollos es la frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte, pues el objetivo es mantenerla abierta a fin de no perjudicar el proceso de paz.