La lucha contra el ‘manspreading’ en el transporte público se encuentra a la orden del día. Ciertas urbes ya han empezado a luchar contra el despatarre masculino en el metro: Madrid, Nueva York o Japón son algunas de las primeras urbes que han abanderado el movimiento. La EMT de Madrid, por ejemplo, inició una campaña para educar a los pasajeros sobre la importancia de mantener las rodillas juntas cuando viajan en el transporte público.
La última iniciativa para hacer frente al ‘manspreading’ la ha llevado a cabo la activista rusa, Anna Dovgalyuk. La joven decidió rociar con una mezcla de agua y lejía a todo hombre que viera con las piernas abiertas en el metro de San Petersburgo. El vídeo ya se ha viralizado en las redes sociales y no está exento de polémica.
Aquí te dejamos la grabación: