Jessica Padgett en Indiana, Estados Unidos, había planeado la boda con el hombre de su vida, Kendall Murphy. Por una cruel jugada del destino, Murphy, bombero en el cumplimiento de su deber, fue arrollado por un individuo en estado de ebriedad. Como un homenaje póstumo, Padgett celebró el compromiso matrimonial, pese a que el novio murió.
Kendall Murphy, además de ser el prometido de Jessica Padgett, era un bombero voluntario que contestó un llamado de auxilio por un choque automovilístico. En el lugar de los hechos, Murphy fue atropellado por otro bombero de nombre Colby Blake, quien llegó más tarde, supuestamente, en estado de ebriedad. Murphy, de 27 años, murió a consecuencia del accidente.
A pesar de lo anterior, Padgett decidió homenajear a su difunto novio llevando a cabo la boda. El acto simbólico fue captado por la cámara de la fotógrafa Mandi Knepp, quien subió las conmovedoras imágenes a su cuenta de trabajo en Facebook.
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