Pese a que, con su divorcio, Gabriel Soto y Geraldine Bazán acabaron con los dimes y diretes que aparecieron entorno a su relación durante dos años, es ahora el actor quien parece no estar muy contento con su separación.
Pues tras la separación legal de los actores, Gabriel Soto no solo perdió su buena reputación, sino también gran parte de su patrimonio, debido a las exigencias que marca los trámites de dicho divorcio.
Ya que se reveló que sin importar que el divorcio fue de mutuo acuerdo, el actor tendrá que dar una jugosa pensión para el bienestar de sus pequeñas.
Y si bien se dijo que los términos del divorcio serían secretos, se filtró que Gabriel Soto pagará las colegiaturas, seguros médicos, vacaciones, tarjetas de créditos para gastos corrientes y una pensión fija de 250 mil pesos al mes.