Casi sin darse cuenta, el horror que protagonizó lo llevó a la fama.La historia de vida del japonés Issei Sagawa generó tanto revuelo y tiene tantas aristas, que ahora tendrá su propia película documental.
El caso de canibalismo que protagonizó en 1981 lo transformó en un símbolo del miedo en Francia, pero quedó libre en su país natal y hasta se dedicó a actuar en filmes pornográficos.
Sagawa tiene 69 años y presenta severas dificultades para trasladarse por sus propios medios. Pero su nombre trascendió hace muchos años y causó horror en Francia, a donde había viajado para estudiar literatura.
Radicado en París y con la excusa de querer aprender a hablar alemán, Issei llamó a una compañera de facultad para que lo ayudara a incorporar el idioma. Sin embargo, el encuentro con fines didácticos terminó en tragedia.
El por entonces joven japonés le disparó a su compañera con un rifle calibre 22, la mató y luego empezó a comer sus restos. Como si la situación de canibalismo no fuera suficiente, Sagawa juntó lo que quedó del cuerpo de la holandesa Renée Hartevelt en dos valijas y lo llevó a un parque de la ciudad, donde se empezó a descubrir el crimen.
La Justicia francesa le dio dos años de prisión, fue internado en un hospital psiquiátrico y luego fue deportado a Japón. Pero en su país de origen no fue juzgado por falta de pruebas y a partir de su libertad, se empezó a construir su perfil mediático.
La historia de canibalismo de Sagawa empezó a reflejarse en libros, inspiró películas y hasta fue el disparador de un cómic. Tanta fue la trascendencia, que involuntariamente se convirtió en una estrella, al punto de ser invitado como figura estelar en programas de televisión para que cuente en primera persona cómo había cometido el crimen de su compañera.
SU SINIESTRA HISTORIA, LLEVADA AL CINE
Durante varios años y ya residiendo en Tokio, el asesino empezó a protagonizar películas pornográficas. Pero ahora, ya avanzado en edad, su siniestra historia fue llevada a la pantalla grande, a través de un documental titulado Caniba, que ya se estrenó en el cine francés y que luego llegará al resto del mundo.
“Le encantaba la atención de los medios. Se paseaba por los programas para discutir qué había hecho. No reconocía haber actuado mal, no vimos expresiones de remordimiento”, contó el codirector del documental, Lucien Castaing-Taylor, que durante varios días convivió con Sagawa para conocer en detalle cómo era su comportamiento.
Fuente: tn.com.ar