Una mala broma le jugó el destino a este ladrón de 35 años, quien se subió para asaltar un autobús con la intención de atracar a los pasajeros con arma de fuego en mano, pero su mamá estaba dentro de la unidad.
Cuando empezó a apuntarles para que le dieran todo el dinero que llevaban, no se percató de que su madre se encontraba al final del autobús, mirándolo furiosa.
MIRADA ATÓNITA DE LOS PASAJEROS
Reporta Antena3.com, que sin dudarlo, la mujer se quitó uno de sus zapatos y golpeó la cabeza de su hijo ante la mirada atónita de los demás pasajeros.
Además, lo regañaba por intentar robar a los pasajeros del autobús, y ella misma llamó a la Policía y animó al resto de pasajeros a que denunciaran a su hijo.
La mujer indicó que siempre había educado a su vástago por “el camino de Dios” y no aprobaba sus actos delictivos.