Residentes de playas de Tijuana se dieron a la tarea de partir rumbo al faro, donde acampan migrantes centroamericanos, para enfrentarlos y exigirles que desalojen la zona.
Se vivieron momentos de tensión y violencia, debido a que la comunidad de playas encaró a los migrantes y les dijeron que no los querían ahí y que deberían regresar a su lugar de origen.
Argumentaron que representan un riesgo para su comunidad, así como para la seguridad y el empleo en Tijuana.
Lárguense de aquí, no los queremos. Queremos que se regresen a su país, no son bienvenidos”, gritaban los inconformes a metros del muro fronterizo, donde los migrantes instalaron un campamento. La protesta se prolongó hasta la madrugada del jueves.
El grupo de inconformes criticó que el Gobierno proporcione apoyo a extranjeros mientras los locales también se ven obligados a huir de la violencia y pobreza en su propio país. También pidieron una mejora de la seguridad.
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