Ivette Sosa
“Narcoguerra en el Edén”, doce historias rigurosamente ciertas sobre crimen y narcotráfico en el sureste mexicano, del periodista Ángel Vega, es un libro que debe ser leído no sólo por los expertos del fenómeno del tráfico de drogas, sino por tod@s mexican@s que quieran conocer más el proceso de criminalización que vive México desde hace varias décadas.
Es un acercamiento para entender cómo el Poder Político Mexicano -en todos los niveles- ha sucumbido a los cañonazos de millones de dólares que los barones de las drogas ofrecen, a cambio de protección. Un amasiato perverso que hoy tiene a nuestro país bañado en sangre e inmerso en una interminable Guerra Colateral.
La editorial es tabasqueña, pero nos reservamos el nombre por cuestiones de seguridad, dice en entrevista con diarionoticiasweb.com Ángel Vega desde Villahermosa, Tabasco, lugar donde reside y ejerce, de manera valiente, el Periodismo de investigación.
La obra se puede encontrar en la fanpage de Facebook del libro, y próximamente en tiendas de autoservicio y de conveniencia.
“PRESERVAR LA MEMORIA DE LO QUE NOS HA DOLIDO”
-¿Cómo surge la idea de escribir “Narcoguerra en el Edén”?
“Hasta ahora, el periodismo tabasqueño le debía a sus audiencias al menos un intento por comenzar a explicarse de maneras alternas el fenómeno de la inseguridad, más allá del recuento diario y obligado de la prensa. Del muertómetro que sólo registra cifras rojas y obvia la llamada cifra negra”.
“De la nota escueta que dice el quién, el qué, el cuándo, el dónde, pero que, a veces de manera obligada, se salta el por qué. El propósito principal del libro es preservar la memoria de todo aquello que nos ha dolido, para aprender a superarlo como sociedad”.
-Son historias reales, contadas por los ojos de un periodista y de sus protagonistas? “¡Efectivamente!, en Tabasco hay mucha prensa roja, pero el periodismo literario y de investigación es escaso. Su escritura se vio enriquecida con lo que no se podía hacer en los instantes en que estos hechos fueron noticia: Ahondar en los trasfondos, preguntar a pie de calle, tomarse el tiempo de entrevistar a los testigos presenciales, cotejar versiones, bucear en las relatorías de hechos y en los informes y en los partes policiales”.
“Se trata de un libro de contenido periodístico que ahonda, desde el punto de vista narrativo, en el periodo más turbulento del estado de Tabasco; es una crónica pormenorizada, la fotografía en tres dimensiones de una época de fuego y sangre en nuestro querido estado. Una época aciaga que, por desgracia, todavía no termina”.
-¿Cuáles son los problemas y riesgos al investigar una obra de este tipo en Tabasco y en México?
“Usualmente se dice, en las redacciones de todo México, el país con más asesinatos de periodistas en el mundo, que hacer periodismo de investigación de crimen organizado es una verdadera locura, y yo estoy de acuerdo: simplemente no lo hacemos, y si se hace, se hace a toro pasado”.
“Es imposible, impensable hacerlo en el momento, cuando los casquillos de bala siguen humeando y los cuerpos no se han enfriado. Por eso, haber publicado este libro en el 2006, 2007, 2008 o incluso 2009 habría sido un auténtico suicidio”.
LA CRÓNICA POLICÍACA
-Al crimen organizado y al mismo narcotráfico, obras como la tuya, ¿les molesta, los incomoda o les importa un bledo?
“No lo sé aún, por fortuna. Ignoro si les importa o no. Muchos de sus protagonistas están muertos o en la cárcel. Por mi tranquilidad y mi integridad, esperemos que el tiempo y la justicia hayan hecho bien su trabajo”.
-¿Cómo recibe Tabasco y el país tu trabajo de investigación periodística?
“Con un poco de incredulidad. Con una sonrisa sardónica, en muchos casos. Estamos acostumbrados al diarismo acelerado, el de las noticias que se consumen y se excretan a menudo sin digerir. A la avalancha de noticias que nos sepulta”.
“Al bombardeo de noticias al que nos vemos expuestos todos los días que impide, a los lectores, tomar consciencia de la aspiración estética de los periodistas que queremos escribir como escritores, o de los escritores que queremos escribir como periodistas, según se vea”.
Y por otro lado -subraya-, “A los autores mismos escribir como realmente quisieran; con todo el espacio necesario para contar una historia, con todos los recursos literarios permitidos sin recurrir a la invención y sin siquiera pensar en dejarse seducir por la manipulación de hechos en un género periodístico a menudo vilipendiado por su falta de calidad: la crónica policíaca”.
-“Narcoguerra en el Edén”, ¿cómo debe ser leído?
“Como un libro de historia. Por eso la selección de eventos no ha sido aleatoria; en un nivel informativo, le otorga cierta estructura a los cabos que se quedaron sueltos por aquellos años, pero también, a nivel anecdótico, dice mucho de cómo nos asumimos como sociedad ante estos hechos, y sobre cómo las autoridades han enfrentado, evadido o solapado el problema, desde entonces y hasta ahora”.
PERIODISTA ESPECIALIZADO EN TEMAS DE SEGURIDAD PÚBLICA
Ángel Vega nació en la Ciudad de México. Realizó estudios de Etnología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Es periodista especializado en temas de seguridad pública, además de novelista.
Ha sido director editorial del Diario de Morelos, con sede en Cuernavaca, así como de los periódicos de nota roja Extra en todas sus ediciones, y del corporativo Grupo Diario de Morelos. Ex Jefe de Redacción en el periódico Tabasco HOY, cronista policíaco y actual jefe de Información Digital de Grupo Cantón, que engloba los periódicos Tabasco HOY, Campeche HOY, Quintana Roo HOY y Diario Basta! en la CDMX.