Aún es una incertidumbre la eventual actuación del cantante mexicano Luis Miguel en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que inicia el 24 de febrero próximo, informaron hoy medios locales.
La principal diferencia entre la producción y el artista sería la transmisión televisiva del espectáculo que ofrecería el “Sol de México” en la Quinta Vergara, además de las dudas sobre la calidad de sus últimos recitales.
Fuentes de la organización del Festival indicaron este viernes que “la contratación de artistas para la próxima edición de Viña del Mar está en curso, ya hay algunos listos cuyos nombres se conocerán en los próximos días para iniciar la venta de entradas”.
Ante la consulta si Luis Miguel está entre ellos, la fuente precisó que “los nombres se conocerán pronto, se está negociando con varios artistas algunos asuntos que para ellos puede ser complicado, como la emisión internacional de sus espectáculos, pero eso es algo en lo que Viña del Mar no transa, todo el show se emite por televisión”.
Sin mencionar al artista mexicano, acotaron que “hay algunas negociaciones que son más complicadas que otras, que se demoran más que otras, donde hay algunas exigencias especiales de los artistas, pero estamos trabajando para tener el mejor show en febrero”.
En la práctica, el Festival de Viña del Mar es un programa de televisión que se emite durante seis noches desde ese balneario distante 120 kilómetros al noroeste de Santiago, por lo que todas las presentaciones de los artistas son emitidas en Chile y otros países.
De acuerdo al diario La Tercera, los organizadores del Festival de Viña del Mar colocaron “pausa” en las negociaciones con Luis Miguel, además, luego que comenzara a mostrar “serios problemas en sus espectáculos” en México.
Precisaron que el acuerdo entre los productores y el cantante mexicano “se congeló y entró en pausa” e incluso algunos de ellos viajaron a México a observar los más recientes recitales de Luis Miguel para evaluar si está en condiciones de estar en el certamen chileno.
La Tercera dio cuenta del recital que ofreció el 4 de octubre pasado en el Auditorio Nacional de Ciudad de México, donde “los medios de su país reportaron que estaba ‘fuera de tono’, que por momentos desafinaba y no se le entendía lo que cantaba”.
Añadió que “el pasado lunes, en el mismo Auditorio, el bochorno creció: empezó la cita con media hora de retraso, se ausentó en varias ocasiones del escenario, cantó un par de temas a medias, en otros entró fuera de tiempo, y su desorientación fueron la gran huella de la velada”.
Según el diario chileno, Luis Miguel y Viña del Mar habían llegado a un acuerdo en septiembre pasado por un contrato superior al millón de dólares, al que se sumaban cuatro conciertos en la capital chilena antes del Festival.
Incluso se había fijado el 5 de octubre pasado para realizar el anuncio oficial, pero las diferencias entre las partes finalmente incidieron en la “pausa” de las tratativas y la incertidumbre respecto si Luis Miguel estará en Viña del Mar este verano.