Una entrenadora de salud vegana tuvo que volver a comer carne luego de desarrollar una rara enfermedad que casi le cuesta la vida.
Se trata de Sylwia Tabor, de 32 años, quien desarrolló fascitis necrotizante tras una mordedura de araña tras acampar en julio de 2017 en Michigan, Estados Unidos, desarrollando un grano en la ingle que creció hasta el tamaño de su mano, obligándola a ir de emergencia al hospital.
NECESITÓ INJERTO DE PIEL
Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por más de tres horas para impedir que la infección creciera.
Se recuperó bien, solo necesitó un injerto de piel para reemplazar la carne “comida” de su torso.
En los meses posteriores, su sistema digestivo dejó de absorber los nutrientes de casi todo lo que comía, dejándola con diarrea y erupciones cutáneas, atribuyéndolo a una combinación de cirugía y antibióticos que le recetaron, empeorados por su dieta vegana.
“Mi sistema digestivo había sido destruido por años de comer sólo frutas y verduras -relató-, debido a que tomaba muchos antibióticos, los cuales matan a todas las bacterias buenas en tu estómago que necesitas para digerir cosas… me sentía fatal”, dijo.
“Luego, cuando un amigo en tono de broma sugirió la dieta carnívora, después de un tiempo comencé a considerarlo, porque en ese momento realmente no podía comer mucho aparte de la carne, ya que era lo único que no pasaba directamente a través de mí”. señaló.
Con el tiempo -continúa con su relato- “descubrí que comer carne es la forma más eficiente de absorber nutrientes, mucho más que cuando agregas carbohidratos y vegetales a la mezcla”.
AHORA SE HIZO CARNÍVORA
Tabor ahora come casi un kilo de carne de cordero o res todos los días, sazonada con una pizca de sal.
Incluso afirma que está “agradecida” con su fascitis necrotizante por ayudarla a convertirse en carnívora.
Fuente: Daily Mail