Jorge Luis Ruiz
El 2019 no a todas las personas trajo dicha y felicidad. A algunas familias llegó el año nuevo con tristeza y gran pesar. Es el caso de una familia en el estado de México.
Resulta que un pequeñito de apenas cinco años murió en un nosocomio del Instituto Mexicano del Seguro Social, tras ser impactado en la cabeza por una bala perdida en el municipio mexiquense de Cuautitlán Izcalli la madrugada del primero de enero.
Tras el lamentable hecho y con el dolor a flor de piel, los papás del niño tuvieron un acto de bondad al decidir donar los órganos del infante.
FESTEJABAN AÑO NUEVO, EN FAMILIA
Los lamentables hechos se presentaron en la colonia Ejidal San Isidro, justo cuando los familiares del menor celebraban la llegada del Año Nuevo.
Ya cansado de jugar tanto, el pequeño se encontraba dormido en una silla, de repente se escuchó un estruendo y el chiquillo comenzó a sangrar de la cabeza.
De inmediato, los familiares se trasladaron con el pequeño a la clínica del IMSS de la Quebrada, luego a un nosocomio en Lomas Verdes, y de ahí fue canalizado al Centro Médico Siglo XXI, donde el infante no resistió más y murió por las heridas.
TOMAR CONCIENCIA
Vicente, el padre del pequeño muerto, indicó que la familia decidió donar los órganos para salvar las vidas de otras personas. Con una profunda tristeza reflejada en su rostro, pidió a la ciudadanía evitar hacer disparos al aire libre, tomar conciencia del grave peligro que ello implica.
“Un estúpido, un imprudente disparó a mi hijo (…) Me gustaría que tomen conciencia sobre esa estupidez, fustigó… Acaban de destruir una familia, tan llena de vida al llevarse a mi pequeño”.
