MESA DE REDACCIÓN
En México existen 25 millones de personas que se reconocen como indígenas, de las cuales siete millones 382 mil son hablantes de uno de las 68 dialectos que existen en nuestro país, y aunque varios de esas lenguas indígenas están en riesgo de desaparecer, la música se ha convertido en una herramienta clave para preservarlas.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), la ONU alertó desde hace años sobre el riesgo de desaparición que enfrentan 40 por ciento de las siete mil lenguas originarias que se hablan en el mundo, por lo que decretó 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. y cada 21 de febrero para conmemorarlo.
Actualmente, entre las leguas que enfrentan mayor amenaza de desaparecer, están: cakchiquel, chichimeca jonaz, chocho, chuj, cochimí, cucapá, guarijío, ixcateco, ixil, jacalteco, kekchí, kicapú, kiliwa, kumiai, lacandón, matlatzinca, mocho, pa ipai, pápago, pima, quiché, seri y tlahuica.
LA MÚSICA, ALTERNATIVA
La música es una de las vías de reproducción y transmisión no sólo de ideas, emociones y la cultura misma, sino una forma de volver inmortales las lenguas indígenas.
Yune Va’a o Alfredo Díaz, originario de Santa María Pápalo, Cuicatlán, Oaxaca, busca enaltecer su identidad indígena y mantener vivas sus raíces al ritmo del hip hop, el funk y hasta huapango, con canciones que fusionan la lengua materna con el español.
Con un fonograma Dbaku, que se desarrolló con base en un proyecto de composición de música contemporánea, Yune Va’a, que significa “Casa del Viento” en lengua cuicateca, también pretende rescatar su lengua materna, el cuicateco que está en riesgo de desaparecer, pues según datos censales hay solo 12 mil hablantes.