Los insectos están desapareciendo ocho veces más rápido que las aves o los mamíferos, refiere una investigación publicada en Biological Conservation, donde el 40% de los insectos están en peligro de extinción.
La situación es alarmante ya que diversos ecosistemas terrestres ya perdieron una población considerable. Y no sólo se trata de aquellas especies que habitan en espacios ecológicos particulares, el problema también afecta a las especies comunes.
Científicos de la Universidad de Sydney analizaron 73 informes históricos de la disminución de insectos en el mundo; además, evaluaron los factores subyacentes. El total de biomasa de insectos está disminuyendo a un ritmo de 2.5% a nivel global.
¿Qué factores inciden en la disminución de insectos?
El estudio destacó que existen varios factores que inciden en la disminución de la población de insectos.
- Cambio climático
- Contaminación
- Pérdida de hábitat
- Agricultura intensiva y la urbanización
- Utilización de pesticidas sintéticos y fertilizantes
- Factores biológicos: especies introducidas y patógenos.
¿Cuáles son los insectos más afectados?
Lepidópteros (mariposas)
Himenópteros (abejas, avispas y hormigas)
Coleópteros (escarabajos peloteros)
Odonata (libélulas)
Plecoptera (moscas de piedra)
Trichopteray
Ephemeroptera (efímeras)
Al mismo tiempo que desaparecen algunas especies de insectos, otras poblaciones crecen; aprovechan los nichos vacíos y se adaptan a las condiciones ambientales, son tolerantes a los contaminantes, por lo que están abarcando los entornos que urbanos y agrícolas.
¿Qué debemos hacer?
Los especialistas consideran que las personas se deben replantear las prácticas humanas que afectan a la biodiversidad.
Se debe pensar en la reducción de pesticidas con prácticas más sostenibles y amigables con el ambiente, para así retardar lo que sucede con las poblaciones de insectos y recuperar las poblaciones en declive.
Retroceder el cambio climático es determinante, éste afecta mayormente a las especies de las regiones tropicales y a una minoría de las que habitan en zonas frías, montañosas o templadas.