Carmen Carcelén, una ecuatoriana de 48 años, se ha vuelto la “madre coraje” de más de 8.000 migrantes que salen de Venezuela y han pasado por su casa en la provincia de Imbabura, en la que es una de las muestras de solidaridad individual más conmovedoras en Ecuador.
Progenitora de ocho hijos, esta vibrante fémina solía transportar en 2018, desde la frontera con Colombia hasta el pequeño pueblo de El Juncal (82 kilómetros), a caminantes venezolanos que tenían la intención de cruzar Ecuador a pie en su ruta hacia Perú, hasta que un buen día tomó la decisión de también darles cobijo en su propia vivienda.
A partir de entonces, les ofrece un baño, comida, “cama, colchón o alfombra”, sin límite de tiempo.
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“Mis hijos ven lo que yo hago y sé que alguno de ellos va a ser generoso. Y eso es lo único que importa en la vida”.
En Imbabura, Ecuador, Carmen alberga en su hostal a refugiados y migrantes de Venezuela. Lo hace sin recibir ningún pago a cambio.#DíadelaMujer pic.twitter.com/2DmV20zTSF
— Acnur/Unhcr Américas (@ACNURamericas) 10 de marzo de 2019
Foto: Internet