Murió un joven de la India un par de semanas después de que fuera hospitalizado por dolores en la ingle y en el ojo, así como intensos dolores de cabeza que le provocaban convulsiones. ¿La razón? Le hallaron huevos de tenia en el cerebro, un tipo de parásito intestinal.
A la hora de que el joven arribó al hospital, los médicos le detectaron convulsiones tonicoclónicas, una hinchazón en el ojo derecho y dolores en el testículo de derecho. Así que fue sometido a un examen de resonancia magnética para llegar a una diagnosis más precisa. Fue entonces que se percataron de la causa: numerosos quistes en la corteza y tronco cerebral.
Al joven se le diagnosticó neurocisticercosis. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la neurocisticercosis constituye una infección parasitaria prevenible del sistema nervioso central, provocada por la tenia porcina (Taenia solium). El ser humano se infecta al ingerir carne mal cocinada, sobre todo de cerdo, al beber agua contaminada por huevos de tenia o por malas prácticas higiénicas.
Ya que las larvas se habían propagado por la corteza cerebral, no se podía tratar al paciente con antibióticos, por lo que se le tuvo que administrar un medicamento antiinflamatorio, así como otros medicamentos antiepilépticos. Empero, no se pudo hacer mucho para reducir la infección y el paciente murió a los pocos días.
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