Las nuevas leyes islámicas que entraron en vigor en Brunei el miércoles, que penan el sexo homosexual y el adulterio con lapidaciones, causaron indignación en naciones, grupos de derechos y celebridades más allá de las costas del pequeño país del sudeste de Asia.
Los castigos están recogidos en nuevas secciones de la sharía de Brunei. El sultán Hassanal Bolkiah instituyó el código de conducta en 2014 para impulsar la influencia del islam en el país petrolero, una monarquía de alrededor de 430 mil habitantes, de los cuales dos tercios son musulmanes.
Incluso antes de 2014, la homosexualidad se encontraba castigada con penas de cárcel de hasta 10 años.
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