El rastro inconfundible de la muerte

zona acordonada

Botellas de cerveza,  latas de bebidas alcohólicas, vasos desechables, bolsas de frituras, alguna prenda de vestir y fragmentos de vidrio por todas partes son una muestra pequeña de la masacre ocurrida  este domingo en la colonia Vistas del Norte donde tres hombres y dos mujeres murieron, misma que le habrían “perdonado”  a 5 pequeños que estaban en el lugar. Un par de cobijas rosa y azul de bebé y un balón de fútbol quedan como recordatorio de ello.

Empero, el rastro inconfundible de la muerte se hace presente en las manchas rojizas de la sangre que permanece sobre la tierra como evidencia contundente de que esta, la tierra chihuahuense, sigue siendo presa del vendaval violento que no avisa ni pide permiso, simplemente llega en las manos del verdugo. 

La casa localizada en las calles río Magro número 833 casi esquina con Río Cisne, era punto de reunión familiar, una fiesta aparentemente, que terminó en tragedia. Los enormes agujeros dejados por las balas en la pared de la vivienda, a un costado de la puerta y bajo la ventana, así lo gritan igual que lo hacen los casquillos desperdigados por el suelo, el cordón rojo con letras negras que, paradójicamente, indican “peligro”.

Las sillas y las mesas quedaron volteadas al revés, como queda un grupo familiar cuando una tragedia de estas ocurre, en Chihuahua, es el grupo social en general el agredido por la tragedia continua.

 

Foto: Archivo

Fuente: eldiariodechihuahua.mx

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