Los seres humanos que realmente queremos a nuestras mascotas dedicamos el tiempo necesario para pasearlas, llevarlas al veterinario, bañarlas, etc. Como todo miembro del hogar, merece las atenciones necesarias para que se encuentre en buen estado de salud. Sin embargo, muchas personas llevan el lazo más allá, y sufren una cierta dependencia emocional hacia sus mascotas.
Veterinarios refieren que es necesario enseñarles desde pequeños a estar solos en casa (fuente: https://www.petzone.mx). No debemos olvidar que más allá del cariño que les damos, siguen siendo nuestras mascotas. Pues bien, ahora, ¿qué pasaría si fuera al revés? Si las mascotas sufren de dependencia emocional, podrían hasta enfermarse debido a que no estamos con ellas todo el tiempo.
Un estudio científico publicado en la revista Scientific Reports reveló que cuando el dueño sufre estrés, esta sensación la traslada a su mascota. El estudio científico lo realizó un equipo de investigadores suecos, quienes estudiaron a 58 propietarios de perros raza border collies y shetland.
Los expertos examinaron los cabellos de las personas y de los canes, para ver la presencia de una hormona llamada cortisol, la cual es secretada al flujo sanguíneo, y absorbida por el pelo cuando el cuerpo está bajo estrés. Cuando una persona está sumergida en depresión, desempleada o realiza ejercicios excesivos, la cantidad de cortisol aumenta.
¿Cuáles fueron los resultados? Pues bien, el equipo detectó que los niveles de cortisol en dueños y mascotas sufrían altibajos similares durante los meses de invierno y verano. Esto demostró que sus niveles de estrés se sincronizaban. ¿Quién estresa a quién? Roth considera que es el humano quien transmite ese sentimiento, pues son los rasgos de la personalidad los que afectan el nivel de cortisol canino.
En cuanto al momento en que se sincronizan ambos niveles, el equipo de investigadores sostiene que la correlación se afianza, por ejemplo, en los casos de competencia. Cuando una mascota es entrenada para una competencia se intensifica la dependencia emocional hacia el amo. Este factor puede fortalecer la sincronización.
La situación se produce porque el amo es una figura importantísima en la vida de un can, mientras que las personas tenemos otras redes sociales. No obstante de los resultados, los investigadores sostienen que es probable que el traspaso de los sentimientos fluya en doble vía.
¿La solución? Los expertos señalan que jugar con nuestra mascota disminuye su nivel de ansiedad y estrés. Los perros que juegan tienen los niveles de estrés más bajo, sostienen.
El otro extremo
Por otra parte, están aquellas personas que tienen una especie de “relación tóxica” con sus mascotas, y sufren una dependencia emocional que se convierte en un obstáculo para realizar de manera normal nuestro día a día.
Si bien las muestras de cariño y los cuidados son necesarios, no debemos “humanizar” a nuestras mascotas de manera que limiten nuestras actividades diarias. Como principio, las mascotas deben recibir educación desde pequeñas para que se queden en casa sin problema.
Hay que precisar que un perro demasiado “consentido” también puede desarrollar alto nivel de estrés cuando no tiene a su amo cerca. Esto acarrea un serio problema, pues en can puede realizar destrozos en el hogar para liberar esta sensación. Ello solo obligaría a pasar todo el tiempo con él, y puede impedir que realicemos nuestras actividades de manera eficiente.
Recordemos que las mascotas aportan muchos beneficios a la salud. Acariciar a una mascota reduce la preocupación en las personas, incluso muchas les cuentan sus problemas, lo cual constituye una forma de desahogo. Además, está comprobado que su compañía transmite alegría a adultos y pequeños. Su sola presencia tiene grandes resultados emocionales.
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