Un restaurante recibió en su pedido de langostas una muy particular, de color azul. En lugar de cocinarla, decidieron donarla a un acuario.
En Eastham, Massachusetts, Nathan Nickerson III,dueño de un restaurante, no podía creer lo que veía: en su pedido de langostas venía una que no era roja, sino azul.
El propietario del Arnold’s Lobster and Clam Bar decidió tener en exhibición al insólito animal dentro de su establecimiento por una semana y posteriormente lo donará a un acuario. Con esta medida espera que las nuevas generaciones se entusiasmen por conocer la vida marina. “Quizá un niño podría convertirse en el próximo biólogo marino”, dice.
Un acuario en St. Louis será el afortunado en recibir a la langosta azul.
¿Qué opinas?