Se cumplen 72 años desde que un platillo volador cayó en la Tierra

 

Este 8 de julio se cumplen 72 años del Caso Roswell, es decir, del presunto choque de una nave de origen no terrestre cerca de la ciudad de Roswell en Nuevo México. En concreto, ese día se publicó en prensa el anuncio por el ejército de Estados Unidos de la “captura” de restos de un ‘platillo volador’ en un rancho cerca de la mencionada ciudad.

 

El oficial de comunicación de la base aérea del Ejército en la ciudad, Walter Haut, emitió entonces un comunicado de prensa indicando que el personal del Grupo de operaciones 509 había recuperado un “disco volador” que se había estrellado. Los antecedentes del caso se remontan a junio, cuando un granjero de Nuevo México llamado Mac Brazel descubrió unos restos dispersos por su rancho.

 

La Historia

El 2 de julio de 1947, Mac Brazel, un granjero de Nuevo México, descubre unos restos dispersos por su rancho cerca de Corona, Nuevo México. Se lo comunica al sheriff el 5 de julio, según lo describió Mac Brazel al Roswell Daily Record en su edición del 8 de julio.

 

Esta descripción coincide con la dada por Charles B. Moore, profesor emérito de Física de la New York University, que desarrolló los globos con los que los Estados Unidos pretendían espiar a la URSS.

 

En los periódicos del 8 de julio se da el siguiente titular: “Las fuerzas aéreas capturan un platillo volante en un rancho de la región de Roswell”. Se avisó al comandante Jesse Marcel de la base aérea del Ejército en Roswell, que fue personalmente al lugar.

 

El 9 de julio el titular decía: “Ramey desmiente lo del platillo volante”. Ramey era general de brigada en la base militar de Fort Worth (Texas) y se desplazó, a petición de Brazel, para ver los restos, que identificó inmediatamente como un globo meteorológico. Después la prensa fotografió los restos.

 

En otro artículo se relata cómo W.W. Brazel y su hijo encontraron el material el 2 de julio, que estaba formado principalmente por tiras de goma, papel de aluminio, cartón y varillas de madera, aunque se dice que los verdaderos restos fueron sustituidos por la brigada cuando ésta llevó el material a la base de Fort Worth.

 

Posteriores informes de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de septiembre de 1994 y junio de 1997 afirmaban que lo estrellado en Roswell eran los restos de un vuelo del «Proyecto Mogul».

 

También hubo una investigación sobre el asunto a petición de un congresista de Nuevo México. Fue realizada por el secretario de las Fuerzas Aéreas y el Departamento de Defensa. En ella se identifican los residuos de Roswell como restos de un sistema de detección acústica de baja frecuencia que llevaban los globos, de largo alcance y altamente secretos, llamados “Proyecto Mogul”: un intento de captar explosiones nucleares soviéticas a altitudes de la tropopausa. Los investigadores de las Fuerzas Aéreas, tras registrar meticulosamente los archivos secretos de 1947, no encontraron pruebas de un aumento de tráfico de mensajes.

 

Lo absurdo es que se afirmó que las pruebas comenzaron en 1953, y el siniestro ocurrió en 1947. Para salvar esta incongruencia, los militares arguyeron que “los testigos olvidan las fechas”. Esta explicación podría ser convincente, pero el suceso apareció en un gran número de rotativos americanos en 1947. Esta contradicción en el Incidente OVNI de Roswell no hizo más que alimentar las teorías sobre un lado más oscuro y paranormal.

 

Hasta 1978, el incidente de Roswell recibió poca atención, hasta que los investigadores Stanton T. Friedman y William L. Moore compararon los resultados de una serie de entrevistas que cada uno había llevado a cabo por separado. La versión oficial del globo quedaba en evidencia, y se abría paso la hipótesis del accidente de una nave de origen no terrestre, con la recuperación de varios cadáveres de alienígenas.

 

El ingeniero Barney Barnett aseguró que pudo ver los cadáveres de los extraterrestres, uno de los cuales sollozaba, agonizante, cuando fue descubierto. Unos investigadores aseguran que se recuperaron cuatro cuerpos y otros que fueron siete. Y en 1995, el productor de televisión Ray Santilli aseguraba tener en su poder la película con las autopsias practicadas a los tripulantes de la nave.

 

Un anciano de 82 años, Jack Banett, ex cámara de las Fuerza Aéreas, era, al parecer, el autor de la grabación y de una copia que había ocultado durante décadas, asustado por la trascendencia de lo que vio.

 

El astronauta del Apolo 14 Edgar Mitchell, aunque no fue testigo directo, también afirmó en numerosas ocasiones que Roswell fue un verdadero incidente relacionado con seres de origen no terrestre, basado en sus contactos de alto nivel dentro del gobierno. “Yo he visto los expedientes secretos OVNI, y no hay duda de que hubo contacto con extraterrestres”, dijo

 

Este astronauta opina también que hay una organización gubernamental paralela e independiente al gobierno que realiza experimentos con tecnología extraterrestre “y por eso no se pueden sacar a la luz todos estos incidentes”. Mitchell murió en 2016 sin haber facilitado ninguna evidencia que corrobore sus afirmaciones.

 

Lo único claro es que, seguramente durante años, el Incidente OVNI de Roswell seguirá siendo un misterio. Mientras, algunos aprovechan para sacarle partido. En Roswell existe un museo dedicado al suceso, dirigido por el ex-teniente Walter Haut, que difundió el primer comunicado asegurando que se había recuperado un platillo. En la zona opera desde hace años una empresa dedicada a la venta de souvenirs y recorridos turísticos.

 

Por 10 dólares se puede comprar una bolsa de piedras del rancho y por algo más de 50, dormir una noche a la intemperie donde, supuestamente, pusieron sus pies los alienígenas.

 

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Fuente: Vanguardia

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