Raúl Cordero y Alessandro Damiani, investigadores de la Universidad de Santiago (Usach) de Chile, revelaron que el agujero de la capa de ozono en la Antártida, alcanzó un tamaño récord en diciembre: diez millones de kilómetros cuadrados.
De acuerdo con un comunicado del Instituto Antártico Chileno (Inach), los investigadores calcularon la dimensión del agujero empleando los valores registrados por satélites durante las últimas tres décadas, lo que permitió conocer que este año fue el cuarto más extenso desde que existen datos especializados -alcanzando en octubre los 28 millones de kilómetros cuadrados-.
Los datos se obtuvieron mediante una campaña realizada entre noviembre y diciembre de 2015, al Glaciar Unión, en el marco de una expedición Científica Antártica, organizada por el Inach.
En la campaña, que comenzó el pasado 15 de noviembre para llegar al corazón de la Antártida, participaron cuatro investigadores de la Universidad de Santiago y se enviaron “alrededor de 600 kilos de equipamiento de la mejor tecnología radiométrica posible”.
La Estación Científica Polar Conjunta Glaciar Unión, está situada en la latitud 79 Sur, a unos mil kilómetros del Polo Sur.
Raúl Cordero, detalló: “La depleción o agotamiento en la capa de ozono es primariamente provocada por la presencia en la estratósfera polar de sustancias ‘destructoras de ozono’, generadas por actividades industriales en latitudes medias”.
Asimismo, agregó que “el agotamiento o destrucción de la capa de ozono se manifiesta más claramente en latitudes altas”. Es en esta zona, durante la primavera austral y por las condiciones meteorológicas de la Antártida, se produce una destrucción masiva de ozono estratosférico, denominada: agujero de ozono.
Los expertos concluyeron que la destrucción de ozono estratosférico que anualmente ocurre sobre la zona -entre septiembre y diciembre-, es favorecida por la coincidencia durante la primavera de muy bajas temperaturas de la estratósfera antártica y del vórtice polar antártico que tiende a evitar que el ozono de otras latitudes cierre el agujero.
Cordero, puntualizó que “cuando las temperaturas suben al final de la primavera, cesa la destrucción masiva de ozono, mientras que el debilitamiento del vórtice polar permite que ozono de otras latitudes cierre el agujero”.
En febrero del 2006, Ricardo Lagos, entonces presidente de Chile, promulgó la Ley de Protección a la Capa de Ozono, con la cual se obliga al país a reducir progresivamente el consumo de clorofluorocarbono (CFC), bromuro de metilo y alones, utilizados en los procesos de refrigeración, aerosoles y en la agroindustria, principales causantes de la afectación.
