Un grupo de astrónomos de la Universidad de Texas, comandado por Eric Schlegel, considera que a 26 millones de años luz de la Tierra, las potentes explosiones producidas por un agujero negro supermasivo están alterando su entorno inmediato en el espacio y el clima de la galaxia que lo contiene.
Este hallazgo fue presentado en un encuentro de la Sociedad Astronómica Americana en Kissimmee, Florida, y se publicará en The Astrophysical Journal. Los astrónomos han empleado el telescopio espacial de rayos X Chandra, de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), con el objetivo de localizar un enorme estallido de energía procedente de un agujero negro en el sistema de galaxias Messier 51, una de las cuales es la gran galaxia espiral NGC 5194, misma que se encuentra en plena colisión con la NGC5195.
De acuerdo con Schlegel, “igual las mayores tormentas más poderosas de la Tierra afectan a su entorno, lo mismo sucede con las que se producen en el espacio. Este agujero negro está emitiendo un enorme volumen de gas, violentas llamaradas y partículas calientes a su alrededor, y eso debe tener un papel importante en la evolución de la galaxia”. Hasta el momento, los astrónomos de la Universidad de Texas han detectado dos fuertes emisiones de rayos X en forma de arco, cerca del centro de NGC 5195, donde se encuentra el gran agujero negro.
Christine Jones, una de las impulsoras de la investigación, astrofísica del Centro Harvard Smithsonian, puntualizó: “Creemos que estos arcos han sido producidos por las dos enormes ráfagas que tuvieron lugar cuando el agujero negro expulsó material hacia el exterior de la galaxia. Y pensamos que esta actividad está teniendo importantes efectos en el paisaje galáctico”.