El alcalde de Tijuana ha declarado una crisis humanitaria y solicitó apoyo a Naciones Unidas para ocuparse de los aproximadamente 5 mil migrantes centroamericanos que han llegado a la ciudad fronteriza.
Juan Manuel Gastélum aseguró que el gobierno federal le ha proporcionado poca ayuda y que él no comprometerá los servicios públicos de la ciudad para lidiar con la situación. Precisó que 4 mil 976 migrantes han llegado a la ciudad.
“No tenemos la infraestructura suficiente y necesaria para atender con cabalidad a estas personas para darles un espacio digno”, dijo Gastélum en entrevista radiofónica.
El jueves, su gobierno emitió un comunicado diciendo que solicitaba ayuda de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
ESTANCIA QUE PUEDE SER DE MESES
En su mayor parte, la caravana de migrantes que salió de Honduras a mediados de octubre fue bien recibida en México durante su travesía rumbo a la frontera. Incluso ciudades con pocos recursos se aseguraron de que los migrantes tuvieran comida y un lugar para descansar.
Sin embargo, en esos lugares la caravana se quedaba un máximo de dos noches, con la excepción de Ciudad de México.
En Tijuana, muchos de los migrantes que huyen de la violencia y la pobreza quieren solicitar asilo en Estados Unidos y se enfrentan a una posible espera de meses en la ciudad fronteriza antes de siquiera tener una oportunidad de hablar con un funcionario estadounidense.
CAMPAMENTO IMPROVISADO
Gastélum dijo que el gobierno mexicano había mencionado enviar 20 toneladas de recursos a Tijuana para ayudarlos, pero que tres cuartas partes eran materiales para reforzar la frontera y sólo 5 toneladas eran materiales para ayudar realmente a los migrantes.
La mayoría de los migrantes se han quedado en un campamento improvisado en un estadio deportivo en la ciudad.
El alcalde tijuanense también criticó al gobierno federal por no tomar más en serio la amenaza del presidente Donald Trump, de cerrar toda la frontera si las cosas se salen de control en Tijuana. “Eso es grave”, dijo.