En cuanto a julio de 2015, año que tenía el récord en producción de sargazo, la superficie que actualmente abarca la mancha de la microalga en las costas del Mar Caribe subió en 33.3%.
Según un estudio de la Universidad Internacional de Florida, elaborado con apoyo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), la presencia del sargazo en el Atlántico pudo alcanzar unos 2 mil 800 kilómetros cuadrados.
En comparación, la extensión de la mancha en alta mar es equivalente a dos veces el tamaño de la Ciudad de México.
“Julio ha sido el mes más alto en los últimos tres años, y ahora se espera que para los siguientes meses estará llegando (a Quintana Roo) muchísimo más sargazo”, informó en entrevista Rosa Rodríguez Martínez, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
A comienzos del 2018 la macroalga comenzó únicamente con 200 kilómetros cuadrados, pero en abril eran mil kilómetros cuadrados y en mayo se duplicó.
El gobierno de Quintana Roo se dio a la tarea de declarar que se han destinado 80 millones de pesos para la recolección del sargazo y que se planea aplicar otros 300 millones en los próximos 15 días.
Al respecto, Rodríguez Martínez dijo que sepultar el sargazo con arena o apilarlo a unos metros de la costa, como lo viene haciendo el personal de la Dirección General de Servicios Públicos, podría afectar el ecosistema de las playas y cambiar el granulaje de la arena hasta convertirla en tierra tipo limo.